Es una de las estrellas más brillantes del universo hollywoodiense, pero Julia Roberts (44) no ha conseguido sentirse a gusto con la fama y todavía sufre de ataques de pánico provocados por su alto perfil como actriz.
"Nunca he manejado muy bien la fama", explica la americana, que lleva más de veinte años en el mundo del espectáculo. "La cultura de la mezquindad y el control es muy difícil para mí. Ahora más que nunca", añade. Y es que la ganadora del Oscar a la mejor actriz por su papel en "Erin Brokovich" admite que está preocupada por cómo los jóvenes actores de hoy en día son capaces de salirse con la suya cuando están en el ojo público, muy distinto a cuando ella empezó en el negocio.
Y eso es precisamente lo que otros personajes han criticado abiertamente en los últimos años. Por ejemplo Josh Hartnett (33), que en un acto de rebeldía dio un paso atrás y se borró de las superproducciones pasando al cine más independiente. "Nadie se preocupa en realidad por uno. Lo que les interesa es la imagen de uno que ha sido creada. Yo no quería lidiar con eso", explicó el protagonista de "Pearl Harbour".
Otro que no lleva muy bien lo de la fama es Leonardo DiCaprio (37), algo que puso de manifiesto cuando habló de los 'falsos amigos' que aparecen cuando más famoso es uno. "La cantidad de personas que desean relacionarse contigo se multiplica cuando estás a punto de estrenar una película. Este es un estupendo barómetro para determinar, por ejemplo, quién es imbécil y quién no", declaró en su día la estrella.
Pero... ¿tan duro es ser famoso?
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