Abel Ayala tuvo una infancia difícil, a los 9 años dejó su hogar y se fue a vivir a la calle, entre los trenes de la estación Constitución.
Pero salió adelante y todo eso quedo atrás “Pasó hace mucho tiempo. Es una etapa cerrada, ya saqué afuera todo y dije todo lo que tenía que decir, ahora estoy en otro momento, con la cabeza en otra cosa. Soy otra persona”, comenta el actor que comenzó con la actuación hace trece años, en el filme El Polaquito, en la que fue el protagonista y que le forjó una carrera en el cine, ya que luego trabajó con Ricardo Darín y hasta personificó a Maradona de joven. Actualmente, es el Guachín de Sos mi hombre (22.30 El Trece) y su personaje es el Guachín, un chico de barrio también de un proceder humilde. “Siempre me pregunto qué tiene de mí el personaje y creo que la respuesta es nada. Es una máscara, todos la tenemos en la vida para proteger quien en verdad somos. La intimidad es algo muy preciado, que hay que proteger. Entonces, cuando encaro un papel lo tomo como un juego y lo compongo desde ahí, como algo nuevo”, aclara el actor que para este personaje cambió su look, se hizo una especie de casco en su pelo y se tiñó de rubio. Abel fue padre hace dos meses de Paloma. “Fue súper buscada. El amor que le tengo es único, no sé cómo explicarlo. Nunca pensé que me iba a enamorar tanto de alguien, nunca antes sentí tanto amor. Voy a trabajar, vuelvo a mi casa y estoy con ella, esa es la rutina. Si me preguntan si intentaré que no le pase lo mismo que me paso a mí, no lo sé. La vida es cambiante, nunca sabés qué te puede pasar. Nadie lo sabe”, reflexiona. En cuanto a nuevos proyectos asegura: “Tengo la cabeza en la novela, no pienso en otra cosa. No tengo más proyectos que seguir trabajando en Pol-ka. Cuando termine la tira veré qué me depara el destino. Por ahora, sigo con el Guachín que es un personaje divertido, está haciendo sus travesuras. Es inquieto, puso una agencia ecológica que reparte panfletos en bicicleta y está enamorado de Rosa (Jimena Barón), pero sabe que es imposible”.
Pero salió adelante y todo eso quedo atrás “Pasó hace mucho tiempo. Es una etapa cerrada, ya saqué afuera todo y dije todo lo que tenía que decir, ahora estoy en otro momento, con la cabeza en otra cosa. Soy otra persona”, comenta el actor que comenzó con la actuación hace trece años, en el filme El Polaquito, en la que fue el protagonista y que le forjó una carrera en el cine, ya que luego trabajó con Ricardo Darín y hasta personificó a Maradona de joven. Actualmente, es el Guachín de Sos mi hombre (22.30 El Trece) y su personaje es el Guachín, un chico de barrio también de un proceder humilde. “Siempre me pregunto qué tiene de mí el personaje y creo que la respuesta es nada. Es una máscara, todos la tenemos en la vida para proteger quien en verdad somos. La intimidad es algo muy preciado, que hay que proteger. Entonces, cuando encaro un papel lo tomo como un juego y lo compongo desde ahí, como algo nuevo”, aclara el actor que para este personaje cambió su look, se hizo una especie de casco en su pelo y se tiñó de rubio. Abel fue padre hace dos meses de Paloma. “Fue súper buscada. El amor que le tengo es único, no sé cómo explicarlo. Nunca pensé que me iba a enamorar tanto de alguien, nunca antes sentí tanto amor. Voy a trabajar, vuelvo a mi casa y estoy con ella, esa es la rutina. Si me preguntan si intentaré que no le pase lo mismo que me paso a mí, no lo sé. La vida es cambiante, nunca sabés qué te puede pasar. Nadie lo sabe”, reflexiona. En cuanto a nuevos proyectos asegura: “Tengo la cabeza en la novela, no pienso en otra cosa. No tengo más proyectos que seguir trabajando en Pol-ka. Cuando termine la tira veré qué me depara el destino. Por ahora, sigo con el Guachín que es un personaje divertido, está haciendo sus travesuras. Es inquieto, puso una agencia ecológica que reparte panfletos en bicicleta y está enamorado de Rosa (Jimena Barón), pero sabe que es imposible”.
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