El Royal Opera House de Londres desplegó su alfombra roja para vestir la entrega de los premios Bafta, considerados los Oscar británicos y que dan bastantes pistas sobre lo que podría ocurrir el próximo 27 de febrero en Los Ángeles. De nuevo la favorita de todas las quinielas, El discurso del rey, volvió a arrasar llevándose siete de las 14 categorías a las que optaba, entre ellas Mejor Actor, para Colin Firth, Mejor Película y actores de reparto para Helena Bonham Carter y Geoffrey Rush.
"Ganar el premio a mejor película es algo increíble" dijo su director Tom Hooper. Colin por su parte dijo: "Estoy acostumbrado a aplaudir a otros. El lugar que tengo para los trofeos ha estado casi vacío durante medio siglo así que hay sitio de sobra para los que he recogido durante el pasado año y medio. Espero que esta aventura en la que estamos continúe". "Estoy tan acostumbrada a perder que es un sentimiento extraño ganar. Debería agradecérselo a la Familia Real porque han sido maravillosos para mi carrera este año" dijo Helena, que vestía un traje negro de Vivienne Westwood, en su discurso.
Colin le "arrebató" el premio a Javier Bardem por su papel en Biutiful que tampoco fue elegida como película extranjera, honor que recayó en la adaptación del primer libro de Millenium (sin embargo, al mismo tiempo Javier recogía un Goya por esta interpretación en Madrid). Natalie Portman no asistió a la velada por lo que su premio a la Mejor Actriz se lo llevó el director de Cisne negro, Darren Aronofsky, en su nombre. La red social tampoco se fue con las manos vacías: fue nombrada en la categoría de mejor guión adaptado y su director David Fincher vio reconocido su trabajo detrás de las cámaras. Origen subió al escenario tres veces y uno de sus actores Tom Hardy, logró el Orange Rising Star que vota el público. El homenaje a toda una trayectoria, el Academy Fellowship Award, fue para Christopher Lee, de 88 años, cuya interpretación más legendaria fue la de Conde Drácula.
Numerosas caras conocidas desfilaron por la alfombra vistiendo sus mejores galas y anticipando quizá el estilo que se podrá ver en los Oscar a finales de mes. El siempre elegante negro se lo pusieron Felicity Jones, Hailee Steinfeld, de Prada, Gemma Arterton, de Yves Saint Laurent, Olivia Grant y Helena Bonham Carter, que contrastaron con el blanco elegido por Minnie Driver, de Temperley, y Annette Bening, de Marchesa. Amy Adams escogió el color melocotón para su vestido de Elie Saab, mientras que Julianne Moore se puso un Tom Ford en azul oscuro, el mismo color que lució Jessica Alba en su vestido de Valentino (en otro tono más claro).
Emma Watson confió también en el último para participar del éxito de la saga de Harry Potter que recibió el premio a la mayor contribución británica al cine. "Estamos realmente honrados, es agradable aceptarlo en nombre de los cientos de británicos que han estado involucrados en la cinta en los últimos diez años" comentó poco antes de posar con la escritora J. K. Rowling. Todos ellos asistieron después a la fiesta organizada para los invitados en un local de la capital inglesa, donde las felicitaciones no faltaron.
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