Banderas ha asegurado que exaltará la Semana Santa de su tierra en un pregón que calcula que durará una hora y 25 minutos, que comenzó a escribir en un avión en Nueva York a principios de año y desarrolló durante tres semanas en Los Ángeles. Tal y como le aconsejó su esposa, la actriz Melanie Griffith, Banderas evitará hablar de sí mismo y se convertirá en un "testigo" de sus vivencias sobre la Semana Santa desde la niñez, lo que articulará a través de unos personajes reconocibles en algunos casos, a los que ha añadido hechos de ficción, ha explicado. Cofrade desde los 7 años, José Antonio Domínguez Banderas -nombre real del actor- ha apuntado que entre la Semana Santa de Málaga y su familia hubo una "simbiosis" desde el principio, pero ha recordado que cuando salió en 1994 de mayordomo de La Sentencia, hubo desconcierto porque en Estados Unidos asociaban las imágenes de nazarenos al Ku Klux Klan. "Tuve que explicar que algunas cofradías que procesionaban en Málaga eran más antiguas que América", ha referido Banderas, quien ha confesado que "ataca" el pregón con "la ilusión de comunicar" con sus hermanos cofrades, y que quiere ser humilde porque es "el heredero de otros muchos cofrades que han puesto su corazón" en esta labor.
En una multitudinaria rueda de prensa previa al pregón, excepcional por el interés despertado por ser Banderas el pregonero, el actor ha manifestado que ha tratado de llevarse el pregón "a la calle", que es donde ha vivido la Semana Santa muchos años. En este sentido, ha referido que el capirote o capillo -prendas que cubren el rostro- "se han convertido en un arma muy poderosa para mí, para poder visitar mi tierra de una forma más natural".
Banderas, que se siente "atrapado" en el balcón desde el que habitualmente ve las procesiones en cuyos recorridos no participa, ha dicho que su "cruz" es ese balcón, porque le gustaría vivir la Semana Santa en la calle. Pese a su profesión, ha asegurado que el escenario del pregón, en el Teatro Cervantes, será "muy simple", y que no habrá "grandes alardes ni comedias musicales". Apasionado de esta tradición, ha opinado que con la Semana Santa "pasa un poco como con la música clásica, que quien no entiende piensa que todo es igual", y ha apuntado que él cada año se lleva "algo distinto" a casa.
El actor, vestido con atuendo informal, no ha eludido ninguna pregunta de los periodistas, ni siquiera una sobre la polémica territorial por el uso de las velas rizadas en las procesiones, ha bromeado y ha hecho gala en algunos momentos de su acento malagueño. También ha evocado algunas anécdotas, como la primera vez que salió de nazareno, con 7 años, que se le "perdieron los ojos" del capillo y escuchó "risotadas escandalosas" a su alrededor dando vueltas con un vela, con lo que "yo entré en la Semana Santa -ha dicho- en el mundo de la comedia como participante".
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