Hot!

Eres mala, muy mala, la reina de la mentira

Entrevista. Florencia Raggi. Después de su malvada en “Malparida” compuso a una suave villana en “Un año para recordar”. Pero hizo un giro y su mujer policía se volvió malísima.





Acaba de finalizar una escena “oscurísima” y “violenta” y se anima a confesar que, cuando la luz roja se apagó, se atrevió a un llanto de “limpieza y exorcización”. Florencia Raggi está sacándole provecho a Julia, la ahora villanísima de Un año para recordar (a las 22, por Telefe). “Esta energía potente y oscura es mucho más rica que la de los personajes neutros, sin sangre. Justo termino de llorar en lo que fue un desahogo muy liberador. Recurrir a estos personajes de vez en cuando sirve para limpiar lo que tenemos guardado”, analiza.
La antagonista de Ana (Carla Peterson) pegó un volantazo significativo desde el rol “de la villana light a una zona claramente oscura, con alucinaciones, voces que le hablan y una realidad paralela”.
De mujer policía, cerebral, resolutiva y altamente capacitada, a una despiadada corrupta, el giro, dice la ex Malparida, le sentó de maravilla: “Ahora disfruto más el personaje. En verdad, soy tan poco fría que que necesito papeles más intensos”.
Después de haber sido Lara Valpadossi en Malparida -la tira de El Trece, que fue la ficción más vista del año pasado-, otro personaje obstáculo en el camino de la heroína, Raggi está facinada con la idea que plantea el ciclo de Underground: el viaje en el tiempo. “Lo interesante de esto no es el regresar un año atrás, sino particularmente la idea de poder vivir varias vidas a la vez en una sola vida. El pensar cómo nos cambia el futuro con un simple acto del ahora”, juzga Raggi.
Por esta propuesta de Sebastián Ortega, la mujer de Nicolás Repetto tuvo que rechazar un llamado del italiano Marco Pontecorvo, hijo del emblemático director Gillo Pontecorvo (realizador de La batalla de Argel). “Hace unos meses, había sido elegida por cásting para un filme sobre la violencia masculina hacia la mujer, pero tuve que resignar la oferta. Es así, cuando se elige algo, siempre se pierde otra cosa”, reflexiona.
Ella, la mujer de sangre italiana, ya había tenido dos experiencias en producciones de ese país: Cómplices del silencio, de Stefano Incerti, junto a Jorge Marrale, y Un paradiso per due, de Pier Luigi Belloni, con la ex Patito feo Laura Esquivel, ya figura entre el público infanto-juvenil de Europa .
A tono con ese juego de saltos en el tiempo, a los 38 años -y con 14 de tránsito por los sets televisivos- la ex modelo dice sentirse contenta con el balance. De aquella irrupción en Carola Casini a Mitos, cronicas del amor descartable (que produjo Gastón Pauls en 2009), destaca su evolución, pero aclara que “el objetivo principal no era ser una actriz televisiva”. Y se sincera: “En algún momento temí quedarme prendida en la tele y no poder entrar a los otros terrenos. Yo tengo claro que lo que más me gusta es el cine, que lo que más me enseña es el teatro y que la televisión me da entrenamiento y rapidez”.
El año pasado, entonces, eligió el camino de la pantalla chica para darle larga vida a un personaje que había entrado a Malparida por unos pocos capítulos, pero la villana que estaba obsesionada con Renata Medina (el personaje protagónico de Juana Viale) se fue quedando para librarle batalla en las lides del mal. Y, de algún modo, le ganó Renata, ya que la mató, sepultándola en un pozo de tierra de una obra en construcción.
Ahora, en Un año para recordar, y con la idea de retener a Dante (Gastón Pauls), esta semana Julia -aparentemente embarazada- seguirá luchando despiadadamente por ese hombre y pondrá contra las cuerdas a Ana: intentará delatarla como adúltera ante Víctor (Rafael Ferro).
Como Carolina Peleritti, como Paula Siero y tantas otras modelos que eligieron “otra pasarela”, Raggi recuerda que fue Julio Chávez, su maestro de actuación, quien 15 años atrás la “despertó con la pregunta de ‘¿Y cuándo vas a dejar el modelaje?’ Orgullosa de su presente, ella, que perfectamente hoy podría haber seguido posando, cambió pose por postura. Y ahora, sí, se siente bien plantada.



Clarin.com

0 coment�rios:

Publicar un comentario