Convocada nuevamente por Sebastián Ortega -el responsable de la productora Underground-, la actriz interpretará a una villana, estrella de la telenovela latinoamericana, reconocida internacionalmente. Diva en cuerpo y alma, se sumará a la historia para asociarse, más adelante, en el bando de Mariano Ocampo (Gonzalo Valenzuela), hasta ahora el máximo malvado del programa.
Ellos se cruzarán por primera vez en un estudio de televisión, al que Mariano va a buscar a Mica (Eleonora Wexler): con la idea de tener de su lado a la mejor amiga de Ana (Peterson), que es su obsesión en el plan que ha tramado, él le consigue un pequeño papel en una telenovela... Justo la telenovela que en Buenos Aires protagoniza Leticia.
Cuando lo descubra, entre cámaras e intensos focos, Lima sentirá inevitable atracción hacia él. Y hará lo imposible por conquistar su frío corazón. Hasta se presentará, con todo su glamour y su galería de excentricidades, en el Supermercado Grande, donde conocerá a Ana, a su familia y se descolocará con sus famosos viajes en el tiempo.
Escrito especialmente para ella (desde hace poco más de una semana los libros son de Jorge Maestro, en un giro autoral y narrativo que planteó la historia para intentar posicionarse mejor en el horario central, aún sin demasiada suerte), el personaje le permitirá a De la V interpretar a una irritante diva que maltrata a todos los que se le crucen en su camino, menos a Mariano. Sus colegas, por cierto, serán sus peores rivales.
Y, entre ellas, la buena de Mica, que siempre soñó con un lugar ante las cámaras, se convertirá en un problema para ella. No por lo que Mica haga o deje de hacer, sino por lo que Leticia verá en la chica: una nobleza que la perturbará.
Caprichosa e insoportable, Leticia Lima, mujer de pieles y guantes llevar, es una suerte de terror para productores, asistentes, técnicos y maquilladores, que, lejos de hacerle frente, terminan dándole el gusto para no ser víctima de su autoritarismo y su poder. Porque Flor de la V, finalmente, entra a Un año para recordar para que Leticia pise fuerte.
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