Pablo Rago: “Creo que ahora soy mas peronista que en los 80 porque la elección es mas clara.”

Se puede decir que fue un niño prodigio,pero no de esos que pasan al olvido ya en la adolescencia o entran en rehabilitacion a los 10.Esta en la pantalla desde que tiene 4 años y nunca abandono.







Existe en nuestras vidas desde siempre,pasando por exitos monumentales como Amigos son los amigos y las dos peliculas argentinas ganadoras del Oscar : La historia oficial (1985) y El secreto de sus hojos (2009) .Hace poco hizo de Belgrano y ahora lo vemos todos los sábados en la conducción del ya clásico TVR. Vida y obra de Pablo Rago,un muchacho que hace todo con amor.

Empezaste a actuar a los 4 años,hubo algún momento en que lo hayas elegido?

- A los 15 años más o menos. Ya estaba muy poco interesado en la escuela y quedé libre. Prometí que iba a volver a terminar la escuela, pero ese fue el momento de decisión, antes no.

-Cuál fue tu primer laburo?

- Un comercial de postres Exquisita. En realidad llevaron a mi hermano que era rubio de ojos celestes y como no tenían con quién dejarme a mí, también me llevaron. Había que sentarse y comer un postre. No podía fallar. Y como para la tele hay que ser sobre todo obediente y yo era muy obediente, me fueron llamando. Además tenía mucha facilidad, de hecho, aprendía la letra sin saber leer.

-Y cómo fue que lo elegiste?

- En realidad mis viejos no habían pensado en que eso que me habían dado podía ser una carrera, siempre pensaron en el momento. Fui yo el que empezó a pensar que me iba a dedicar a eso como profesional, aunque por otro lado nunca fui mucho de planear el futuro.

-Cómo fuiste resignificando la profesión?

- Hay varios mojones. A los 15 como te decía, después a los 22 cuando empecé a salir con Paola Krum que venía de otro palo. Ella venía del teatro y ahí cambió todo. Yo había hecho Yepeto con la dirección de Serrano y le dije que quería estudiar con él. (Yo no había estudiado nunca teatro). Y fue genial porque descubrí que el teatro tenía toda una parte donde te podías equivocar, no sólo eso sino que para hacerlo, te tenés que equivocar primero. ¡En la tele no! Yo estaba acostumbrado a que me tiraran un libreto en la cara y a resolverlo lo mejor posible. Poder preparar una escena y poder hacer cualquiera, fue genial para mí. De hecho, una de las cosas que más me gusta hacer, son los ensayos de teatro, primero porque así se descubre una escena y después porque podés ser un montón de personas en la misma obra, probás y probás y probás…

-En la tele como sale con fritas,¿no?

- En general sí. Ahí echás mano a la mochila con algunos recursos y al truco. A esta altura yo ya sé qué funciona mejor en mí y qué no. Hay un punto en donde la gente me dice “me sorprendiste” y para mí no es ninguna sorpresa porque yo ya sé lo que estoy haciendo. Yo conozco el truco, lo genial es resignificarlo.

-Es un camino más corto el del truco?

-No creas porque hay gente que para descubrir el truco está 30 años. A los galanes les pasa que se quedan con ese truco y cuando pasa el tiempo se descubren con 50 años y el truco ya no sirve más.

-Ahora hay toda una generación de actores estrella que no`pasaron por una formación académica,como por ejemplo Nicolás Cabré.

-Son más como yo. Cabré empezó de chiquito, cero académico. Pero los nuevos sí. Los de Cris Morena se parten el orto para actuar, para cantar, para bailar.

-Para vos la formación es impotante? Si tu hijo quisiera actuar,lo mandariás a una escuela de teatro?

- Sí, es importante. Si mostrara algún interés… pero él quiere jugar al fútbol. Ya está haciendo cálculos a ver si va a llegar a jugar con Messi.

-Vos hiciste teatro en el San Martin,donde no hay nadie que no haya estudiado.Cómo ves el circuito de teatros de gestión pública?

- Lo que tiene el San Martín es que podés hacer obras que en el circuito comercial no podés hacer ni en pedo. Hombre y superhombre de Bernard Shaw que dura tres horas, no la podés hacer en el circuito comercial. No hay nadie que tome el riesgo. Para mí fue como laburar en cualquier lado pero haciendo cosas que no podés hacer en cualquier lado.

_Qué te interesa a vos?

- A mí me gusta actuar. Eso no me lo quiero perder. La semana pasada grabé una sola escena para Un año para recordar y le pedí a Carla (Peterson) que no se distrajera porque esa era mi escena de la semana. Ahora no acepto algo que me lleve mucho tiempo. Las novelas son como una oficina, de 7 a 7, no te dan tiempo para estudiar al día siguiente, entonces elijo una escena de las 15 que tengo, para actuarla. Pero si voy a sacarle tiempo a mi hijo, tiene que ser un 11, no un 10, porque si no, no lo hago. Y muchas veces me encuentro con mi representante con cara de “hay que pagar las cuentas Pablo”. Cuando me bajé de Caín y Abel el año pasado, tuve que enfrentarme a Telefé, a la opinión pública, a mi vieja, a mi representante…pero no estaba cómodo, había algo que no estaba bien. Y el tiempo me dio la razón.

-Cómo se maneja el paso del tiempo en tu profesión?

-Siempre pensé que después de los 40 estaban los personajes más interesantes. Para hacer de Romeo no podés tener 15 y para hacer Hamlet, tenés que tener más de 40, sino no entendés.

Tenés que entender para actuar?

- El cuerpo tiene que entender. Haciendo Hombre y superhombre en el San Martín, dirigía Norma Aleandro y yo tenía muchas escenas con Cacho Bidonde, que me parece un actor muy serio. Yo estaba clavado en algo que no me permitía hacer la escena, viene Norma, me lleva a un costado y me da el siguiente consejo: “cagate en mí, en Bernard Shaw, en Cacho Bidonde y en el teatro San Martín, hacé la escena”. Me quedé dos días tratando de entender lo que Norma me había dicho y una vez que lo entendí, el cuerpo lo entendió dos semanas después. Para actuar, podés intelectualmente entender lo que tenés que hacer, pero el cuerpo no. Es como cuando te separás, tomás la decisión porque entendés que es lo mejor pero hasta que lo entiende el cuerpo, es difícil.

Qué actor te gusta?

-A mí me gusta Oscar Martínez, por ejemplo. Es un tipo que entiende, y cuando su cuerpo entiende, ocupa todo el espacio. Ahí es donde mido cuánto me gusta un actor, cuando ocupa el espacio. Cuando fui a ver a Norma Aleandro en Masterclass, su presencia era tan power que sentías que te miraba y creo que todos lo deben haber sentido.

Cuando hiciste La historia oficial,tenias noción de lo que hacías?

- Ninguna. No se hablaba del tema en mi casa. Yo me fui enterando después. Yo escuchaba cosas de grandes porque trabajaba en un medio de grandes. Pero mi época de militancia fue en el 83 a los 11 años. Me hice amigo de los tipos de la Unidad Básica de la esquina de mi casa. Pero la desilusión fue muy grande, me pegó muy feo haber perdido. Si bien a mí en el fondo me gustaba más Alfonsín cuando lo escuchaba hablar.

-Sos peronista?

- Creo que ahora soy más peronista que en los 80, porque la elección es más clara.

-Y volviste a ver La historia oficial? A la luz de esta época,la lectura que se puede hacer sobre el personaje de Norma Aleandro,sería diferente.

- Bueno, en veces en las películas el héroe no es tan bueno. Tal vez uno simpatiza porque los otros son peores. Pero si te hiciste la boluda durante años, obviamente la podés cuestionar o por lo menos pensarla desde otro lugar. Éramos más ingenuos en los 80 pero seguramente teníamos que pasar por esa etapa para entender lo que nos pasó. Creo que no tanto con La historia oficial, que sigue siendo una buena película, pero La noche de los lápices, por ejemplo, ya quedó antigua. Hay cosas de algunas películas que me matan, por ejemplo, en Tango Feroz nadie se droga, ¡¿pero por qué?!

-Como armás un personaje histórico cuando no podés hacer mímesis?

-Igual que cualquier otro. Me pregunto qué haría yo en ese contexto. Qué cosas me pasarían a mí si yo fuera Belgrano y no al revés, salvo que eso te sirva pero ¿qué más da si la reina a la mañana tomaba té? Salvo que eso modifique algo y entonces ahí ya tenés una actitud para el personaje. Nosotros siempre jodíamos con que la película Belgrano era la hija boba de la película de San Martín: estaba hecha para tele, menos presupuesto, mientras que San Martín era una súper producción. Nos dieron sólo tres semanas para hacerla y sin miedo a quedar canchero, si no hubiera sido yo el actor y no hubiera puesto tanto compromiso, no sé si la podíamos hacer. Yo creí que me moría haciendo la batalla porque los pulmones se me salían. Me levantaba a las 6 de la mañana para ponerme las botas para sacármelas a las 8 de la noche, para volver a ponérmelas a las 6 de la mañana. Fue duro. El contexto me ayudó mucho. Yo quería estar vestido de Belgrano todo el día.

-Era como ser Belgrano?

-Te juro que fui Belgrano durante tres semanas. El tipo que me traía el almuerzo al motorhome me tocaba la puerta y decía ¡“general, le traje el postre”!. Además no teníamos celulares en la montaña, fue una experiencia alucinante. Era muy divertido y me ayudó a mí estar en el personaje todo el tiempo. Como eran sólo tres semanas no me quería perder ni un minuto del personaje.

-Por qué aceptaste conducir TVR?

- Porque siempre quise. Siempre fui fan del programa y se ve que Gvirtz lo leyó en algún lado. Una vez que faltó Gianolla me invitaron a conducir TVR con Morgado y la pasé mal. No me hacía bien hacer el chiste después de la mala noticia. El día que yo estuve fue el día posterior a la invasión de Irak. No me hacía gracia y me iba cayendo a pedazos. Y cuando se lo comenté el año pasado a Wainraich me dijo: “quedate tranquilo que TVR no pasa más malas noticias”. (risas)

-Siempre te gustó la linea TVR?

-Sí, Gvirtz no iba a llamar a alguien que no pensara parecido y yo no iba a laburar en un programa con el que no coincidiera. Para mí es natural y creo que para Gvirtz también. A mucha gente le pareció raro. Además, justo me tocó un año electoral, con Pensado Para Televisión con una línea clarísima en todos sus programas (Duro de domar y 678). Justo me tocó ahora, ¿iba a decir que no?

-A qué le decís ni a palos?

- A que ni a palos me dejen sin preguntas. No hay nada más divertido que tener preguntas y nada más aburrido que tener todas las respuestas.

Fuente:Niapalos.org