Como una reina en su trono que espera el tributo de sus súbditos, con el aura de ser sobrenatural que la fama dibuja alrededor de las personas rutilando, Luisana Lopilato cumplió su promesa: sentada en un improvisado escritorio, recibió uno por uno a los fanáticos que desde que abrió su cuenta en Twitter, el 8 de mayo del 2009, la siguieron a través de la red social hasta sumar un millón.
Estampado de flores blanco y negro, cerrado al cuello y muy entallado en la cintura. Así era el diseño de Fernanda Villaverde que eligió para la cita, a la que llegó muy puntual. Había pasado toda la mañana preparándose para el encuentro. Su maquilladora de siempre, Pao Dessaner, su peinadora, Bebe Sanders y su hermana, Daniela, la miraban embelesadas desde un pasillo del Alto Palermo Shopping, donde la actriz firmaba con trazo incansable miles de fotos con especial dedicatoria para sus fans. Estaba radiante. “Gracias por producirme para este evento”, decía contentísima a sus amigas.
Estampado de flores blanco y negro, cerrado al cuello y muy entallado en la cintura. Así era el diseño de Fernanda Villaverde que eligió para la cita, a la que llegó muy puntual. Había pasado toda la mañana preparándose para el encuentro. Su maquilladora de siempre, Pao Dessaner, su peinadora, Bebe Sanders y su hermana, Daniela, la miraban embelesadas desde un pasillo del Alto Palermo Shopping, donde la actriz firmaba con trazo incansable miles de fotos con especial dedicatoria para sus fans. Estaba radiante. “Gracias por producirme para este evento”, decía contentísima a sus amigas.
“Es impresionante que aunque no esté en ningún programa de televisión la gente me siga igual. El amor que me hacen llegar es tan grande, que no puedo dejar de agradecerles”, dijo Luisana a hola.com.ar, al tiempo que recibía a sus seguidores con una foto autografiada, un perfume, una pulsera y una prenda de ropa interior de regalo. Chocolates, perfumes, flores y cartas, fueron los tributos más elegidos por los fans para su reina twittera, quienes además debían cumplir la consigna de llevar un alimento no perecedero que sería destinado al Hogar de Niños Jesús María, como condición para encontrarse con su ídola. “Nadie me pidió plata a cambio para estar acá, estamos haciendo todo a beneficio”, dijo la actriz a la prensa, para echar por tierra los comentarios sobre un interés económico en el evento.
La fila de gente daba vuelta la esquina cuando se inauguró el festejo. Luisana arengaba desde el interior del Shopping con un micrófono y los fanáticos se derretían en gritos apasionados desde los pisos más altos y más bajos del centro comercial. Muchos, impacientes ante la larga espera, intentaban colarse por una entrada paralela y golpeaban los vidrios desde la calle para hacerle llegar su euforia a la blonda beldad que los convocaba.
La fila de gente daba vuelta la esquina cuando se inauguró el festejo. Luisana arengaba desde el interior del Shopping con un micrófono y los fanáticos se derretían en gritos apasionados desde los pisos más altos y más bajos del centro comercial. Muchos, impacientes ante la larga espera, intentaban colarse por una entrada paralela y golpeaban los vidrios desde la calle para hacerle llegar su euforia a la blonda beldad que los convocaba.
Feliz con la exitosa convocatoria, la actriz no dejó de sonreír. Sólo paró para tomar un café e ir a retocarse. El plan era firmar autógrafos hasta que cierre el shopping. En un breve recreo, conversó con hola.com.ar de sus proyectos laborales, aunque admitió que por el momento no extraña la actuación. “Estoy muy contenta con mis clases de teatro, me estoy preparando para lo que venga. Por suerte ya tengo trabajo para el año que viene, en marzo voy a estar acá rodando la película en la que voy a interpretar a una chica anoréxica”, explicó, con voz resuelta, tras enfatizar que quiere dedicarse al cine. El primer año de matrimonio la tiene ocupada y apenas tiene tiempo para organizar su agenda. “Voy y vengo todo el tiempo, por eso no extraño tanto la Argentina. Además, me siento muy bien allá llevé todas mis cosas y estoy como en casa”, agregó.
Mucho le preguntan sobre el canto, rememorando sus tiempos de popstar cuando lideraba la banda Erre Way, resultante de la serie televisiva que la catapultó a la fama, Rebelde Way. Con cierta timidez, Luisana intenta separarse de esa imagen de cantante. “Michael me pide que cante con él todo el tiempo. En casa cantamos y pienso cantar en el contexto de la actuación, es decir si tengo que interpretar a una cantante. Pero no lo soy. No voy a seguir desarrollando eso, quiero concentrarme en la actriz”, dijo a este medio aunque admitió que el año que viene, cuando Michael traiga su gira a la Argentina, tendrá que cantar con él: “Seguro me va a hacer subir, aunque no quiera”, dijo entre risas.
Tras los rumores de embarazo que recorrieron las redacciones por estos días, tanto Luisana como Bublé se abrieron a hablar con la prensa sobre sus planes de agrandar la familia, aunque desmintieron tajantemente que estén en la dulce espera. En el programa de Susana Giménez, confesaron que querían una familia grande, tener cuatro hijos, dos de ellos, tal vez, adoptados. “Tenemos ganas de adoptar para darle la posibilidad a los niños y a las familias con historias difíciles”, confirmó, lanzando una sonora carcajada ante la inmediata comparación con la pareja de Brad Pitt y Angelina Jolie.
Al anochecer, la fiebre "lopilatera", tal como se hacen llamar los twitteros que siguen a Luisana, empezó a amainar. Algunos se quedaban en la vereda charlando entre ellos, emocionados todavía con el encuentro cercano con su actriz preferida. "Es tan linda. No puedo creer que la vi", decían tres adolescentes fascinadas con sus regalos en la mano y repasando las fotos que sacaron con celulares y cámaras. La reina argentina de Twitter las había saludado. Qué más podían pedir.
Hola
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