Luego del histórico fallo de Victoria (Saccone), Antonio (Castro) comprende que la jueza realmente busca imponer la justicia y la verdad en Vidisterra, y por eso acude a su casa para agradecerle el haberlo declarado inocente.
Antes de la llegada de Antonio, la jueza recibe en su casa la visita del gobernador que, una vez más, la amenaza de muerte si no hace lo que él le pide: proteger a Octavio (Ranni) y demás miembros de La Logia. Esta situación la deja muy preocupada y, para alejar los fantasmas, se emborracha.
Antonio llega al lugar y encuentra a Victoria en completo estado de ebriedad. Conmovido, la toma y la acompaña hasta el cuarto en donde la ayuda a recostarse. La jueza se siente atraída por Antonio y no teme demostrarlo. Se produce un acercamiento entre ellos.
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