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El álbum privado del cumpleaños de Susana Gimenez


Las mejores imágenes del festejo de la diva en la intimidad de su mansión esteña



último momento, casi sobre la fecha, decidió que pasaría su cumpleaños en Punta del Este. Y, de inmediato, puso en marcha un gran operativo para festejar con sus íntimos en La Mary, su chacra de cinco hectáreas en Rincón del Indio. Primero planeó celebrar el domingo 29, de acuerdo con el día de su aniversario. Pero, después de varios llamados, concluyó que resultaría incómodo movilizar a sus afectos en esa fecha. "Son pocos los que pueden quedarse a pasar la noche, ya que la mayoría tiene que trabajar el lunes por la mañana", explicó. Finalmente, después de terminar su lista de invitados, convocó a los veintiocho privilegiados para el sábado 28.
El menú quedó bajo responsabilidad de Donato De Santis, quien tuvo un solo condicionamiento: a pedido de Susana, el plato principal de la noche debía ser ñoquis. El chef italiano llegó a Punta del Este dos días antes de la fiesta. El viernes 27 salió de compras por los mercados de La Barra. Como tuvo dificultades para conseguir pan, le pidió a su amigo Jean-Paul Bondoux, el chef de La Bourgogne. Finalmente, el sábado por la tarde, empezó su trabajo en La Mary. Contó con la ayuda de su mujer, Micaela, y de las tres empleadas de la chacra. Susana lo visitó en la cocina. Donato le contó cuando cocinaba para Gianni Versace. Pero la diva quedó fascinada cuando le habló sobre su encuentro, hace años, con Liz Taylor. Antes del comienzo de la fiesta, le reveló el menú (que bautizó "una noche italiana"). Como entrada o antipasto, preparó frutos de mar, una mesa de fiambres con queso de cabra y berenjenas grilladas. Y no faltaron los higos frescos, la debilidad de Susana. Si bien se suponía que el plato principal no escondía ningún misterio, Donato sorprendió con la variedad: presentó ñoquis de papa al pomodoro, ñoquis de remolacha y espinaca al pesto y ñoquis de calabaza con crema de trufas. ¿El postre? Tiramisú. Hubo también una barra de tragos, donde se sirvieron muchos martinis.


   

     
    
    

   




Los 28 invitados empezaron a llegar a las nueve y media. "Todos íntimos", como ordenó Susana. Entre las celebrities, estuvieron Julio Bocca, Marley, Teté Coustarot, Humberto Tortonese, el diseñador Carlos Di Doménico y Cacho Castaña (ex pareja de Susana, claro). La última en llegar fue Mirtha Legrand, sobre las 23 horas. "Hace cinco años que no venía a Punta del Este", comentó a los cronistas de todos los medios que mantenían guardia en la entrada. Cada uno a su vez le fue entregando su regalo a Susana. La diva, siempre en sintonía con las tradiciones, acomodó los presentes en el living, pero se negó a averiguar qué escondía cada paquete antes de las doce de la noche. "Festejar antes de tiempo trae mala suerte", explicó. Cuando finalmente estuvieron todos presentes en La Mary, Susana los invitó a pasar a uno de los rincones más privados y queridos de su chacra: una cancherísima cava de piedra a la vista, con durmientes y puertas de demolición, ubicada en el subsuelo. Se acomodaron alrededor de una mesa cuadrada con siete ubicaciones por lado, vestida con platos colorados y blancos. Todos tenían sus lugares asignados: a la derecha de Susana se sentó su hija, Mercedes Sarrabayrouse, junto con su novio Joe Miranda. A la derecha de la diva quedó Cacho Castaña. Durante la comida, nadie recordó la carta que el músico le escribió a Susana en su última internación: "Quiero que sepas que siempre voy a ser el espejo de tus fantasías (que además siempre fueron mías). Desde Palermo, tu internado favorito", decía.
Poco antes de las doce de la noche, todos improvisaron una cuenta regresiva: "Diez, nueve, ocho…". Finalmente, sobre el primer segundo del domingo 29, le cantaron a Susana el "Feliz cumpleaños". Hubo torta, por supuesto, de naranjas y almendras, con baño de chocolate y toques de dulce de leche. Su pidió tres deseos, que jamás revelará. Y después del brindis, subieron todos al living para que descubriese sus regalos. ¿Qué le regalaron a la diva de la televisión argentina? Marley le dio un teléfono antiguo. Mecha, su hija, le compró un juego de lámparas. Teté, su amiga íntima, la sorprendió con botellones de colores. Mirtha Legrand le regaló un álbum de fotos. Y Cacho Castaña –esta vez evitó las cartas– apostó "a seguro": le dio un portarretratos. Susana agradeció a cada uno con mucho afecto. Inmediatamente después, sucedió uno de los momentos más emotivos de la noche: los invitados la llevaron frente a un televisor y la sorprendieron con un video hecho con fotografías inéditas, que Susana jamás había visto, que aportaron muchos amigos. Más tarde, como si todo estuviese perfectamente programado, llamaron desde Buenos Aires sus nietos Lucía y Manuel para felicitarla.
La fiesta siguió en la galería –donde había cuatro livings armados– con un show de Anita Alvarez de Toledo que incluyó temas de Paquita la del Barrio. Susana se puso de pie para hacer coros, desde su lugar, en la canción "Rata de dos patas". ¿A quién se la dedicó? En primera fila, Mercedes Sarrabayrouse seguía la función abrazada por Joe Miranda. Patricio Giménez, hermano de Susana, subió al escenario para cantar "My Way", el tema de Frank Sinatra que más le gusta a la diva. Por último, Cacho Castaña improvisó un popurrí con muchos de sus hits. Después, de forma espontánea, cada uno de los invitados hizo alguna gracia. Humberto Tortonese, por ejemplo, recitó un poema que acaloró a Mirtha. Teté Coustarot pasó al frente y cantó un tema de los años 70. A su turno, Marley se excusó: "Esta es una muestra de talentos… ¡y yo no tengo ninguno!", dijo. Mirtha dio muestra de su poder de oradora y le dejó unas palabras a la agasajada: "Esta noche increíble, de fiesta entre amigos, tiene que ver con el espíritu de Susana, siempre cálida, generosa y alegre…", concluyó.
La fiesta siguió –siempre en la galería– hasta las cinco de la mañana. Hubo dancing: un DJ pasó la misma música que sonaba en Mau-Mau en los años 70. El disco, otra de las sorpresas de la noche, fue grabado especialmente por el genial Héctor Suasnábar. Después, cada uno regresó a su casa. Mirtha Legrand y Marley durmieron en el Conrad. Mientras que Cacho Castaña tuvo un privilegio único: ocupó el cuarto de invitados de La Mary. Susana, espléndida, despidió emocionada a sus amigos: "Gracias por acompañarme y hacerme vivir una noche inolvidable", dijo.
Fotos: revista ¡HOLA! .

2 coment�rios:

  1. que hermosa casa por dios,bien susana te lo ganaste laburando

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  2. la verdad que se lo re merece todo lo que tiene,se lo gano con su laburo e inteligencia,ademas no le saco nada a nadie ni obligo a nadie que la mires,es la gran diva por merito,carisma y talento propio,felicitaciones susana gimenez

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