Hot!

Fabián Pizzorno Un galán de exportación

A 20 cuadras de la mansión de Angelina Jolie y Brad Pitt, en California, vive un argentino de rasgos principescos y ojos azules de exportación.






Toma mate, se asoma por la ventana, y ve a George Clooney acelerar en un convertible con silueta de nave espacial. Lejos de los espejismos de su barrio en Hollywood, Fabián Pizzorno, galán de exportación, jura que cada vez que llega una convocatoria argentina, abandona “Marte” y vuelve a la “Tierra”. “Cualquiera puede llegar a Hollywood, a Bollywood o la China. Sólo hay que proponérselo y confiar. Me preguntan quién maneja mi carrera. Y siempre digo que mi representante es Dios”.
Una cara familiar en más de 30 telenovelas de diversos acentos, Pizzorno no cree en las “vueltas de la vida”, sino en que “la vida da las vueltas que tiene que dar”: partió de la Argentina con un dolor “insostenible” por la muerte de su hija (tras una negligencia médica, dos décadas atrás) y llegó a la Meca “con una mano atrás y otra adelante, un hijo, una esposa y un perro”. Un productor recordó haberlo visto en la telenovela Manuela, y lo convocó para un teleteatro de la cadena Telemundo: “El destino me tenía preparado algo con significado. No creo en las casualidades. La novela llevaba el nombre de mi hija, Guadalupe, y mi personaje se llamaba nada menos que Jesús”.
Convertido, entonces, en “un hispano de moda”, peregrinó por decenas de otras producciones televisivas, aunque intercaló con “pantalla argentina”. Hoy se ríe cuando se escucha doblado “al ruso y al italiano” y cuando ve en los Estados Unidos las repeticiones de Culpable de este amor. En su pasaporte también hay sellos de Puerto Rico y Colombia y, últimamente, de Italia, donde filmó la miniserie Tierra rebelde en la que interpretó al padre de Rodrigo Guirao Díaz. “La vida en los Estados Unidos es fantástica, pero difícil. Hay millones de personas tratando de lograr lo mismo. Como dicen en Hollywood, el mundo corre detrás de una zanahoria, pero a la zanahoria ya se la llevó Bugs Bunny”.
Nacido y criado en Belgrano, pasó por las aulas de Lito Cruz, Carlos Gandolfo y Agustín Alezzo antes de ser descubierto por Rodolfo Hoppe, el padre del hoy productor de ShowMatch, Federico Hoppe. “Debuté como hijo de Beatriz Taibo en Todos los días la misma historia, y desde entonces no me detuve. Hice Candela, para Caracol de Colombia, Te amaré en silencio, para Univisión, y en mi país, 90-60-90, Mujercitas, Ricos y famosos, Se dice amor y más”, enumera. “Goldie Hawn dice que si un actor pasa más de tres décadas en este medio es un sobreviviente. Entonces, soy un sobreviviente”.
A punto de llegar a los 50 años, Pizzorno no tiene reparos en llamar a los productores argentinos para hacerse un lugar en la ficción: “Me he abierto esa opción desde hace años, trabajar acá y allá. De hecho, acabo de llamar a Quique Estevanez para proponerle un personaje en Dulce amor”, confiesa. En plena producción de un reality sobre el lado B de la vida en Hollywood, vendrá a la Argentina para presenciar la ceremonia de los Martín Fierro. Súpertorpe, la comedia que protagonizó el año pasado, está ternada en el rubro infantil. “Por nada del mundo me pierdo la fiesta”, asegura.


(Clarin)

0 coment�rios:

Publicar un comentario