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Por primera vez, Suar se queda sin horario central

Debido a la baja audiencia, el programador de El Trece decidió levantar Lobo y Los únicos.

            Por primera vez, Suar se queda sin horario central




La  televisión, aunque no lo parezca, posee elementos de la vida; al igual que ésta, tiene idas y vueltas, alegrías y tristezas, derrotas y victorias, y muchas veces resulta el reflejo en el espejo de lo que era en otros tiempos. Hoy todo parece exactamente al revés que hace apenas unos meses, cuando El Trece le ganaba con holgura a Telefe –10,4 a 8,1 en diciembre–. Hoy, gracias a números que resultan al menos curiosos –ver recuadro–, el canal programado por Tomás Yankelevich derrota al que lleva adelante Adrián Suar. Y en casi todas las franjas horarias. Tal avalancha ha cobrado, casi por primera vez, una víctima impensada: los programas generados por la empresa del programador, Adrián Suar. Ni Lobo ni Los únicos 2 parecen haber encontrado su público. Si a lo largo de marzo desde El Trece se insistía con que Adrián Suar no levantaba ficciones, el mes de abril los desmintió: se levantan, nomás.
Por primera vez en más de una década, no habrá productos de Pol-ka en el prime time de El Trece, al menos por un tiempo.

Guerra de egos. Si el año pasado no había forma de que Telefe consiguiera hacer funcionar sus ficciones –por dar un ejemplo, Supertorpe tuvo que terminar su ciclo por la mañana, porque en la segunda tarde no lo veía ni su equipo técnico (es un decir: revoloteaba alrededor de los cinco puntos) aunque lo seguían grabando y emitiendo porque, total, estaba vendido al exterior, por no mencionar la performance de la sitcom Cuando me sonreís, con Facundo Arana y Julieta Díaz, parece que el ciclo se ha invertido y el público no para de deleitarse con Dulce amor y Graduados, para relegar a las tiras de Suar a alguno de los círculos infernales del Dante. Tanto es así que, debe reiterarse, el mismo Suar, con el objetivo de mejorar la puntería del prime time, sacrifica piezas de su propio riñón –aunque, para ser precisos y sinceros, las ficciones de Polka hoy por hoy son más responsabilidad, en cuanto a calidad y contenido se refiere, de Marcos Carnevale, a cargo de los detalles y la planificación de los productos de Pol-ka–, y permite que Marcelo Tinelli, antes del desembarco de Normandía –o de ShowMatch, que viene a ser lo mismo–, “caliente la pantalla” con  Soñando por cantar y su recorrida geográfica, etaria y casi sociológica por cantantes tan amateurs como voluntariosos. Y lo cierto es que las mediciones, con ese producto, levantaron y le hacen fuerza a Telefe. Habrá que ver, entonces, qué ocurre cuando regrese Bailando por un sueño y si las mediciones de Ibope Media insisten con el milagro del canal de las pelotas.
En medio de este panorama, un insistente rumor indica que desde el Grupo Clarín –dueño de El Trece y accionista más que importante tanto en Pol-ka como en Ideas del Sur– le pidieron a Marcelo Tinelli que intentara meterse un poco más en la programación del canal. La lógica indica que eso ya se había dado casi de hecho, por la cantidad de horas que Ideas del Sur ocupa en la grilla de programación: cinco horas diarias (Este es el show y Soñando por cantar) de lunes a viernes de las doce que se toman en cuenta para la medición del rating más las ocho de los sábados (La cocina del show y Soñando por bailar 2) y las dos del domingo (Soñando por bailar 2); la suma da treinta y cinco horas producidas por Ideas del Sur de un total de ochenta y cuatro semanales que se toman en cuenta para las mediciones, casi el 42% del aire de la señal. 

Es lo que hay. Si se toma en cuenta la totalidad de capítulos de Lobo hasta el último jueves, promedió 13,4 de rating –según Ibope–. Si se hace lo mismo con la segunda temporada de Los únicos, el resultado es 10,4. Es bajo para el prime time, pero tampoco significa una catástrofe si se toma en cuenta la historia. De hecho, el promedio de Lobo resulta superior al de Alguien que me quiera, con Andrea del Boca y Osvaldo Laport, que a lo largo de sus 185 capítulos promedió 11,5 puntos. Hombres de honor, por su parte, con Gabriel Corrado y Laura Novoa, promedió 11 puntos y le permitieron continuar hasta el capítulo 152. De hecho, en 2004 se habló mucho del fracaso de Los pensionados, con Damián De Santo y Agustina Cherri, que midió 12,2 puntos a lo largo de sus 116 capítulos. Todas, como se ve, con resultados inferiores –en los números, al menos– a Lobo. Y todas, como se ve en la infografía, tuvieron reemplazos que resultaron exitosos. A diferencia de otros productores de ficciones, Suar siempre consiguió reponerse de los golpes.
Estos levantamientos no significan que los estudios de Pol-ka –propios, no alquilados de ocasión como en otros casos– se hayan quedado desérticos, sino que allí se continúan grabando tanto Lobo como Los únicos y, de hecho, también se graba una de las apuestas fuertes del año, Condicionados, con Soledad Silveyra, Oscar Martínez y Leticia Bredice, unitario escrito por Javier Daulte acerca de una familia dedicada a la industria de la pornografía. Los levantamientos, sí, van a significar un tiempo muerto –se presume breve– entre el final de las grabaciones de Lobo, a principios de mayo –el final se verá en la pantalla el 10 o el 11 de ese mes–, y el inicio de las de la nueva tira protagonizada por Luciano Castro, que se ambientará en el mundo del boxeo y probablemente inicie sus grabaciones a principios de julio. De darse todo esto, el parate parcial no duraría más de unos 45 días. Tiempo en el que Tinelli estaría asentado en su horario y quizás tuerza el brazo de la competencia.
La retirada de Suar y el avance de Tinelli en la grilla de programación significa un momento interesante de la televisión, como para estar expectantes: el período en el que las ficciones de Pol-ka no estén al aire permitirán dilucidar si Ideas del Sur por sí sola le gana a Telefe o si, por el contrario, precisa del resto de la programación para imponerse.

Curiosidad del rating argentino
Luego de perder el 2011, al parecer Telefe tuvo línea directa con los poderes divinos y consiguió respuesta contundente: le ganó a El Trece en enero por 9 a 8,5 puntos, en febrero por 11 a 10,4, en marzo por 11,7 a 9,1 –es decir, no sólo la brecha se ensanchó más de un 300%, sino que El Trece bajó en promedio de un mes vacacional al inicio de la etapa laboral plena– y en lo que va de abril (se toman los datos hasta el 12) Telefe anda por los 11 y El Trece por 9,1 –es decir, se redujo un tanto la brecha y Telefe descendió un poco, mientras El Trece otra vez no llega a los valores de las vacaciones, cuando el encendido es menor, como es lógico, porque hay buena parte de la población de viaje–. Lo que se dice un milagro.
El tren de las maravillas posee, al menos, dos locomotoras prodigiosas: Dulce amor –telenovela con figuras tan convocantes como Carina Zampini, Juan Darthés o Sebastián Estevanez que el último jueves midió según Ibope extraordinarios 23 puntos, algo así como 2,3 millones de personas de Capital Federal y el Conurbano, es decir que seguro conoce a alguien que se deleita con las idas y vueltas románticas de estos muchachos– y el Telefe Noticias Segunda Edición, que le gana –sí, leyó bien– a Telenoche –el último jueves, 12,1 a 10,6–. Graduados, en cambio, si bien es el programa más visto de la televisión, no es tan sorprendente, ya que todas las ficciones de Sebastián Ortega suelen arrancar en punta.
Todo esto se da, claro, luego de que en 2011 se hablara de que iba a surgir una medidora estatal de audiencia. Con estos números, de eso ya no se habla
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Diario Perfil

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