A los 27 años, y con 15 de carrera, Benjamín Rojas, quien supo ser un ídolo adolescente -aquí y en el exterior- y protagonista de exitosas series de la factoría de Cris Morena, así como de giras y musicales en la avenida Corrientes, quiso apostar a lo incómodo.
"Busqué meterme en un problema y salir de mi casa, que es la TV", dice. Este problema, como él lo llama, lo divierte y no le causa angustia. Se llama Huicio Husto y es su primera incursión en el teatro de texto, en el circuito off .
En su paso por Floricienta , Rojas cosechó dos amigos: Gerardo Chendo y Graciela Stefani (quien interpretó a la villana Malala). El primero escribióHuicio Husto , comedia que dirige junto con la actriz, con quien tiene una escuela de teatro. "Siempre que nos encontrábamos, les decía a ellos que quería hacer teatro. Me pasaron el texto y me encantó, y pude ver una función. Es decir, me sumé a un equipo que ya estaba armado. Eso fue un gran vértigo y una enorme responsabilidad", dice Rojas.
Con nueve artistas en escena, el actor tiene a cargo un complejo personaje, el juez Don Julio, quien debe resolver el crimen de un sindicalista gastronómico: "Tiene la cabeza machacada, el pobrecito. Está lleno de defectos y tics. Es una comedia en tono absurdo, donde el público es el jurado, y donde cada personaje se convierte en sospechoso", explica, y agrega que fue necesaria una gran sincronización con sus compañeros para recrear, por ejemplo, la gran cantidad de efectos de sonidos.
"Estoy en pantalla, pero no estoy trabajando. Pareciera que hubiese hecho más de lo que hice", ríe Rojas. Es que sus tiras Chiquitas , Rebelde Way , Floricienta , Alma pirata , Jake & Blake , Cuando me sonreís estuvieron hasta hace poco en el aire o se siguen repitiendo en TV abierta o en cable. "Quería dedicarme 100 por ciento a este proyecto en teatro, dejar todo en el ensayo, tener la energía enfocada en el estudio. Si estuviese grabando en la tele, me volvería loco", confiesa.
Fue su tío César, fotógrafo, quien pensó que su sobrino causaría una buena impresión en las agencias publicitarias. "Soy de La Plata, cuando todavía no existía ni la autopista. Fui con mi hermana a probar suerte y de ahí en más no paré de perder castings. Nadie me llamaba y pasaron muchos meses hasta que me convocaron para una publicidad, cuando inauguró el Parque de la Costa", recuerda. Poco tiempo después, me llamaron de Telefé y allí comenzaría una larga era junto con Cris Morena y Gustavo Yankelevich. "Ellos son mis papás de la profesión. De ellos aprendí la disciplina, la puntualidad, el respeto por el compañero y a amar lo que hacés", dice.
Rojas fue un ídolo adolescente, justamente cuando él mismo atravesaba su adolescencia, pero nunca participó de ningún escándalo o tuvo una vida vertiginosa: "Soy uno más del grupo. No tengo una personalidad de liderazgo ni soy de esos que hacen ruido. No me gusta no asomar la cabeza, sino compartir codo a codo las cosas. Además, me tocó ser conocido, y entonces eso hace que no salga tanto, que busque un bajo perfil. Prefiero quedarme viendo películas antes que ir a eventos".
Rojas sueña con hacer cine. En breve participará de un proyecto independiente dirigido por Guillermo Grillo y escribirá un guión con su amigo Felipe Colombo sobre una idea que tienen los dos desde hace mucho. Pero ahora dedica su tiempo al teatro: "Esto es verdaderamente lo que quería, meterme en este baile para encontrar herramientas que tengo escondidas y no domino".
(La Nacion)
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