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Julieta Ortega, de Graduados a No te enamores de mí, el film que se estrenará mañana

Lleva el pelo suelto, con sus habituales rulos castaños y unas extensiones de rastas rubias que le pertenecen, en realidad, a Verónica, el personaje que interpreta en la tira televisiva Graduados .

                  

 Una remera holgada, el rostro apenas maquillado y una sonrisa amplia y serena. Nada resulta forzado o impuesto. Luego de contar, entre risas, que viene de resolver "un conflicto con la cartuchera de Benito" (su hijo de 6 años), Julieta Ortega pide una limonada y se dispone a hablar, sin apuros, con La Nacion.
Además del gran momento que vive por el éxito deGraduados (es el programa más visto de la TV argentina), mañana se estrenará No te enamores de mí , ópera prima de Federico Finkielstain, en la que encarna a Alejandra, una mujer marcada por las frustraciones, que decide terminar la relación que mantiene con un hombre casado, interpretado por Pablo Rago. También forman parte del elenco Violeta Urtizberea, Mercedes Oviedo, Tomás Fonzi, Anita Pauls, Franciso Andrade, Guillermo Pfening y Luisina Brando.
-¿Qué te motivó a filmar No te enamores de mí ?
-En el momento en que me lo ofrecieron yo venía de hacer cosas en cine más extremas y con un peso dramático más fuerte. Pensé que Alejandra, mi personaje, era alguien más cercano a mí. Además, me gustó que fuera una historia coral y me pareció una historia con personajes y problemáticas con las que alguien de mi generación se iba a poder identificar.
-¿Qué te une a tu personaje?
-Yo no sentí que me tenía que identificar exactamente con la situación de ella, pero sí conecté con la idea de estar encerrada en una relación que no va para ningún lado y no poder salir.
-Tanto Alejandra como Verónica, tu personaje en Graduados , son mujeres fuertes, que tienen una herida de amor. ¿Buscás interpretar a ese tipo de personajes?
-Me llaman para hacerlos. En general me convocan para personajes de chicas muy fuertes, o muy sufridas, o muy enojadas. Lo que tienen en común es que son mujeres que confrontan. Uno como actor sabe que cuenta algo, que el rostro de uno cuenta algo, y mis rasgos deben contar algo que va con esos personajes. Creo igual que Verónica es un extremo. Esto que dicen de que "los treinta son los nuevos veinte" se ve claro en ella. En Alejandra está más atenuado, pero también se ve porque es una chica que no está donde quiere estar.
-¿Cómo conectás con ese estado de frustración y decepción?
-Con dolor. Porque muchas veces detrás de la mina que va al choque, que contesta y que pelea, hay alguien con dolor. Y creo que lo que más le duele a este personaje es el amor que no tiene, eso que no resultó como ella pensaba.
-¿Hacés una lectura autorreferencial de los personajes que interpretás?
-Siempre busco en mí, porque es lo que aprendí. No importa si yo no estoy saliendo con un hombre casado y ella sí. Porque yo sí sé lo que es querer cortar una relación y terminar volviendo. Además, registré que tanto en Alejandra como en los otros personajes de No te enamores de mí otro rasgo característico es la soledad, y creo que eso es algo de nuestra generación. Pusimos mucho en las carreras profesionales, en la comunicación, en las redes sociales. Nos sentimos sumamente conectados pero a la vez estamos solos.
-¿Estás en redes sociales?
-Tengo Facebook, pero el flirteo virtual me torra, me aburre muchísimo. Nada de lo que pasa ahí tiene peso. Nada es real. Cuando te hacés más grande hay cosas que ya no podés sostener.
-¿Cómo estás viviendo el éxito de Graduados ?
-Con mucha felicidad. No tuve muchas de estas situaciones. Tuve más de las otras: de estar en programas que a mí me gustaban mucho pero que medían diez puntos, cinco. Estar en un programa que mide más de veinte puntos es algo que se te hace evidente cuando salís a la calle y ves que desde el portero hasta el taxista, pasando por los chicos que salen de la escuela, todos tienen algún comentario para hacer sobre el programa. Yo lo disfruto muchísimo, pero también sé que es efímero.
-Te toca compartir gran parte de tus escenas con Mex Urtizberea y Daniel Hendler, ¿cómo es trabajar con ellos?
-Nos hemos hecho amigos y me divierto mucho.
-¿Improvisan mucho?
-Mex no dice la letra, lo cual para mí es difícil porque yo la digo. Igual, al mismo tiempo, me gusta porque me obliga a tener una rapidez como actriz que yo no tengo. Y Daniel es divino, me pone muy contenta que le toque a él ser protagonista. Se lo merecía, es muy buen actor. A veces en la tele no se renuevan mucho los elencos. Entonces, cuando alguien llama al galán menos pensado, es muy refrescante.
-¿Creíste que el programa podía llegar a un público tan amplio?
-Siempre pensé que iba a pegar en gente de 30 y 40 años, pero pegó en los veinte. Creo que es porque en el elenco hay gente de esa edad, pero además porque ven tipos de treinta, cuarenta años actuando como gente de veinte.
-¿Registrás algo de eso en vos?
-Sí, aunque yo no soy mi personaje en Graduados . Lo que sí me pasa es que siempre me olvido de la edad de la gente. A veces hablo con alguien de treinta y siento que es un par. Hay algo que está corrido. También creo que tengo una profesión que implica un juego continuo. Imaginate que me levanto todos los días con extensiones de rastas que no son mías, me pongo un aro en la nariz y me visto de adolescente. Esa es mi profesión. Es divino, pero también hay algo de gente sin edad en esta profesión.
-¿Cómo fue tu pasaje de los veinte a los treinta?
-A los treinta me casé con el padre de mi hijo porque tenía el deseo de armar un nido. Hoy miro para atrás y fue lo más importante que me tocó vivir hasta ahora. Yo hice todo para llegar a una determinada edad sintiendo que había echado raíces.
-¿Cómo es hoy un día en tu vida?
-Me levanto con Benito a las 7, él se va al colegio y yo me voy a grabar. Este año estoy con menos culpa porque empezó primer grado y solemos volver más o menos a la misma hora de la tarde.
-¿Qué diferencias encontrás entre el trabajo en cine y televisión?
-El cine permite ensayos, repasar las letras. La tele es más un "sálvese quien pueda". Los tiempos son otros. Por otro lado, el cine es intensidad absoluta durante un mes, un mes y medio, y cuando se termina por ahí te quedás haciendo poco. La tele me permite organizar mucho mejor mis tiempos.
-¿Cuáles son tus próximos proyectos?
-No sé, pero me encantaría hacer un unitario. Me han llamado para hacer capítulos sueltos, pero me gustaría hacer todo un ciclo. También quiero volver a filmar.
-¿Qué registro te sienta mejor: la comedia o el drama?
-Siento que me calza mejor el traje del drama. Cuando soy graciosa en la vida es muy a pesar mío. Siento que en el drama me manejo más como pez en el agua. Igual, la comedia la estoy disfrutando mucho y estoy aprendiendo.
-¿Qué es lo que más influye en vos a la hora de aceptar un nuevo trabajo?
-Lo que más me importa son los compañeros, porque ahí está el secreto de todo. Uno no trabaja solo, la clave es quién tenés enfrente. Trabajar con un buen actor te eleva.
-¿Cómo es trabajar con Sebastián (Ortega), tu hermano?
-Me gusta mucho lo que hace y después de trabajar varias veces juntos encontré la forma de no mezclar. Una cosa que me ayudó es no llevar trabajo a la mesa del domingo y no pedirle nunca trabajo.
-¿Podés adelantar algo de lo que pasará en Graduados ?
-Le viene un novio a Vero. El hermano de Pablo, Bon Jovi, se mete con el personaje de Violeta (Urtizberea) y con el mío al mismo tiempo. Lo nuestro prospera un poco más. Por suerte, porque ya estaba un poco cansada de que no me miren.

(La Nacion)
 

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