“Mi semana con Marilyn”, una especie de homenaje a la rubia debilidad de Hollywood, que exquisitamente interpreta Michelle Williams. Un pequeño film para disfrutar.
Marilyn, el mito. Marilyn, la belleza rubia y sexy, la mujer más famosa del mundo y al mismo tiempo la más vulnerable, la que luchó contra todas sus debilidades que terminaron ganándole. Marilyn, la actriz y el ser humano. Algo de esto muestra el film que se estrena hoy “Mi semana con Marilyn”, sobre una mujer (“esta mujer”) que sabe que es una diva por naturaleza pero que a la vez, tiene la necesidad de demostrar su talento como actriz. Interpretada por Michelle Williams (¿o es la Marilyn Monroe verdadera?) deja ver las intimidades de una estrella. Es que cuando las cámaras se encienden, la figura de Marilyn dista mucho de ser la de “sex symbol” que todos conocemos.
Corría el año 1956. La joven actriz Marilyn Monroe (Williams) llega por primera vez a Inglaterra para protagonizar, con la leyenda del cine inglés Sir Laurence Olivier (Kenneth Branagh), la película “El príncipe y la corista”. Colin Clark (Eddie Redmayne), un joven de 23 años de familia rica y buenos contactos, decide abrirse camino por su cuenta y consigue un trabajo como ayudante de producción de esa película que también dirigirá Olivier, estricto y obsesivo profesional de la escena, que intentaba reflotar su alicaída carrera con un poco del glamour de la estrella de moda. Colin Clark es testigo del choque de egos y la tensa relación entre Olivier y Marilyn durante el rodaje.
Basada en el testimonio autobiográfico de Clark, escritor y documentalista, “Mi semana con Marilyn” es el relato fílmico, en primera persona, de aquellos días en Londres. Clark narró la verdadera historia de esa semana mágica que vivió a solas con la estrella más grande del mundo… la semana que pasó con una Marilyn desesperada por dejar atrás a su séquito hollywoodense y las presiones del trabajo.
Dirigida por Simon Curtis, un veterano director y productor de la televisión inglesa que debuta en el largometraje con este film, aseguró que el primer contacto con la historia fue la lectura de los diarios de Colin Clark. “Fue interesante ver los detalles de cómo hubiera sido rodar una película en 1956. Es un momento particular en la historia de la cultura pop, además del choque entre la forma de trabajar inglesa y americana”, dijo el cineasta.
“Mi semana...” muestra una semblanza de Marilyn Monroe que en 99 minutos puede sintetizar su vida, su carácter, su historia. Y no precisamente porque la cuente. Sino que está narrada de tal manera que es posible entender a Marilyn, su vida y su historia. Su brillo, su luz y sus sombras. Su carácter débil y avasallante a la vez. Y esto está ayudado por la gran interpretación de Michelle Williams. La viuda de Heath Leadger supo encontrar su lugar, su tono, su Marilyn. Que es la Marilyn de todos.
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