Es fácil disparar el objetivo cuando enfrente tienes a una actriz de primera. Penélope Cruz ha sido el rostro elegido por la firma Campari para protagonizar su tradicional calendario.
Con ganas de trasladarnos a un viaje estimulante y fascinante, el fotografo Kristian Schuller ha creado un estilo increíble, uno efectos especiales muy adecuados, una escenografía de ensueño y unos diseños de alta costura que cobran vida en cada una de sus instantáneas.
Penélope, quien parecía sentirse muy cómoda durante toda la sesión, congenió a la perfección con todo el equipo y especial con el fotógrafo, con el que se le ve en numerosas instantáneas charlando animadamente y también eligiendo juntos algunas de las imágenes.
El rodaje tuvo lugar en una clásica mansión parisina, en la que destacaban sus numerosos e imponentes espejos, sus ostentosos candelabros de oro y sus sofás de flecos.
El calendario de la bebida italiana será presentado en otoño en Milán con una tirada de 9.000 copias.
Con ganas de trasladarnos a un viaje estimulante y fascinante, el fotografo Kristian Schuller ha creado un estilo increíble, uno efectos especiales muy adecuados, una escenografía de ensueño y unos diseños de alta costura que cobran vida en cada una de sus instantáneas.
Penélope, que sigue así la estela de de Milla Jovovich, Jessica Alba y Olga Kurylenko, también protagonistas en otras ocasiones de este prestigioso calendario, ha desplegado todos sus encantos y parece que el resultado ha sido incluso mejor que el esperado. Si para el 2012 se pretendía reflejar el fin del mundo en la edición de 2013, la idea es bastante diferente, ya que se ha querido plasmar una idea de la sensualidad y la sofisticación, y que mejor que nuestra actriz más internacional, para concentrar estas dos cualidades.
De rojo y con su genuina melena a veces recogida y a veces suelta, Penélope Cruz, casada con el también actor Javier Bardem y con quien tiene un hijo, luce en las instantáneas con un impresionante vestido burdeos y con otro rojo que se ciñe a su delicada figura como si fuera un guante.
Penélope, quien parecía sentirse muy cómoda durante toda la sesión, congenió a la perfección con todo el equipo y especial con el fotógrafo, con el que se le ve en numerosas instantáneas charlando animadamente y también eligiendo juntos algunas de las imágenes.
El rodaje tuvo lugar en una clásica mansión parisina, en la que destacaban sus numerosos e imponentes espejos, sus ostentosos candelabros de oro y sus sofás de flecos.
El calendario de la bebida italiana será presentado en otoño en Milán con una tirada de 9.000 copias.
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