El perverso y amanerado malvado que encarna el español Javier Bardem, en “Operación Skyfall”, y que mañana llega a las salas, es el enemigo ideal para un James Bond algo “cascoteado”, que cumple 50 años en el cine.
Para emprender la creación de “Operación Skyfall”, la 23° aventura de James Bond, los realizadores fueron conscientes de que el 2012 marca el 50° aniversario del agente más famoso del cine.
Deseaban que esta película de la saga de más larga proyección en la historia (debutó en 1962) presentara todo lo que ha hecho que Bond sea Bond: acción que paraliza el corazón, un villano que se roba la escena, hermosas mujeres Bond (esta vez las bellas Bérénice Marlohe y Helen McCrory tienen un rol menor), exóticas locaciones, un tema exitoso (interpretado por Adele), el clásico Aston Martin DB5… y, por supuesto, el agente 007 en persona, encarnado por tercera vez por Daniel Craig.
Pero una película de Bond no es una colección de piezas de rompecabezas; estos elementos se combinan como la ginebra y el vermut, agitados, no revueltos (el mítico martini tampoco falta), para servir a la historia que mañana llega a los cines.
La película dirigida por Sam Mendes (de “Belleza americana”, el único realizador ganador del Oscar que ha estado al frente de un film de Bond) comienza con una atrapante escena por las calles de Turquía -imperdible persecución-, luego la acción se muda a China y, finalmente, se establece en el centro de Londres. Paradójicamente, Bond fracasa en esta misión y el MI-6 (Centro de Inteligencia del gobierno inglés) ve como quedan al descubierto los nombres de algunos agentes infiltrados alrededor del mundo. El MI-6 es atacado y M (interpretada por Judi Dench, de 77 años, quien realiza su séptima aparición en la saga) debe reubicar la agencia.
Estos eventos causan que Mallory (Ralph Fiennes), el nuevo Director del Comité de Inteligencia y Seguridad, cuestione su autoridad y posición. Como MI-6 está comprometida tanto interna como externamente, a M le queda sólo un aliado en el que puede confiar: Bond. El agente 007 se refugia en las sombras y parece con ganas de retirarse. Se lo ve “cascoteado”, cansado física y psíquicamente. Su orgullo lo hace regresar pero a él y a M le ofrecen retirarse con todos los honores y dignidad. “Al carajo la dignidad, me iré cuando haya terminado mi trabajo”, responde ella.
“Bardem es el mejor villano de todas las películas de Bond, sin dudas”. Daniel Craig no duda en destacar el personaje del actor español como el mejor enemigo del agente británico en la historia. También su interpretación fue destacada por los medios británicos. “Los momentos en que ‘Skyfall’ pasa de ser eficiente a inspiradora se pueden atribuir a un hombre: Javier Bardem”, asegura el diario The Observer.
Y no se equivocan. Bardem es Raoul Silva, un perverso y amanerado ex agente del MI-6, dispuesto a todo por vengarse. Además, el ciberterrorista protagoniza junto a Bond el mejor, aunque no son muchos, chiste del film, donde la sexualidad del agente 007 es el tópico.
Bardem, caracterizado con un pelo rubio oxigenado y con una voz aguda, reconoció que la “caracterización es fuerte pero tiene un sentido dramático. El objetivo era crear un personaje imprevisible, incómodo”, asegura el actor, de 43 años, que ya había brillado con el malvado Anton Chigurh, en “Sin lugar para los débiles” (2007). Aunque Silva se aleja bastante de aquel malvado de corte carré que le valió un Oscar, tiene algunos tintes del Guasón de Heath Ledger, en “Batman”. Comenta el español: “El tiene un objetivo personal, no trata de destruir el mundo, y se dirige en línea recta a esa meta: busca venganza. Se mantiene concentrado en la única persona.
Para emprender la creación de “Operación Skyfall”, la 23° aventura de James Bond, los realizadores fueron conscientes de que el 2012 marca el 50° aniversario del agente más famoso del cine.
Deseaban que esta película de la saga de más larga proyección en la historia (debutó en 1962) presentara todo lo que ha hecho que Bond sea Bond: acción que paraliza el corazón, un villano que se roba la escena, hermosas mujeres Bond (esta vez las bellas Bérénice Marlohe y Helen McCrory tienen un rol menor), exóticas locaciones, un tema exitoso (interpretado por Adele), el clásico Aston Martin DB5… y, por supuesto, el agente 007 en persona, encarnado por tercera vez por Daniel Craig.
Pero una película de Bond no es una colección de piezas de rompecabezas; estos elementos se combinan como la ginebra y el vermut, agitados, no revueltos (el mítico martini tampoco falta), para servir a la historia que mañana llega a los cines.
La película dirigida por Sam Mendes (de “Belleza americana”, el único realizador ganador del Oscar que ha estado al frente de un film de Bond) comienza con una atrapante escena por las calles de Turquía -imperdible persecución-, luego la acción se muda a China y, finalmente, se establece en el centro de Londres. Paradójicamente, Bond fracasa en esta misión y el MI-6 (Centro de Inteligencia del gobierno inglés) ve como quedan al descubierto los nombres de algunos agentes infiltrados alrededor del mundo. El MI-6 es atacado y M (interpretada por Judi Dench, de 77 años, quien realiza su séptima aparición en la saga) debe reubicar la agencia.
Estos eventos causan que Mallory (Ralph Fiennes), el nuevo Director del Comité de Inteligencia y Seguridad, cuestione su autoridad y posición. Como MI-6 está comprometida tanto interna como externamente, a M le queda sólo un aliado en el que puede confiar: Bond. El agente 007 se refugia en las sombras y parece con ganas de retirarse. Se lo ve “cascoteado”, cansado física y psíquicamente. Su orgullo lo hace regresar pero a él y a M le ofrecen retirarse con todos los honores y dignidad. “Al carajo la dignidad, me iré cuando haya terminado mi trabajo”, responde ella.
“Bardem es el mejor villano de todas las películas de Bond, sin dudas”. Daniel Craig no duda en destacar el personaje del actor español como el mejor enemigo del agente británico en la historia. También su interpretación fue destacada por los medios británicos. “Los momentos en que ‘Skyfall’ pasa de ser eficiente a inspiradora se pueden atribuir a un hombre: Javier Bardem”, asegura el diario The Observer.
Y no se equivocan. Bardem es Raoul Silva, un perverso y amanerado ex agente del MI-6, dispuesto a todo por vengarse. Además, el ciberterrorista protagoniza junto a Bond el mejor, aunque no son muchos, chiste del film, donde la sexualidad del agente 007 es el tópico.
Bardem, caracterizado con un pelo rubio oxigenado y con una voz aguda, reconoció que la “caracterización es fuerte pero tiene un sentido dramático. El objetivo era crear un personaje imprevisible, incómodo”, asegura el actor, de 43 años, que ya había brillado con el malvado Anton Chigurh, en “Sin lugar para los débiles” (2007). Aunque Silva se aleja bastante de aquel malvado de corte carré que le valió un Oscar, tiene algunos tintes del Guasón de Heath Ledger, en “Batman”. Comenta el español: “El tiene un objetivo personal, no trata de destruir el mundo, y se dirige en línea recta a esa meta: busca venganza. Se mantiene concentrado en la única persona.
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