La relación entre Esteban (Rodrigo de la Serna) y su madre, May, (Marilú Marini) no tiene retorno.
Las conductas de ambos chocan entre sí y no pueden encontrar un punto en común. Sin embargo, el paciente de la Fundación Renacer conocerá a una mujer que le cambiará la vida.
Las conductas de ambos chocan entre sí y no pueden encontrar un punto en común. Sin embargo, el paciente de la Fundación Renacer conocerá a una mujer que le cambiará la vida.
La relación entre Esteban (Rodrigo de la Serna) y su madre May (Marilú Marini) se resquebraja cada vez más. Ella no tolera la conducta de su hijo, “el loquito”; y ni siquiera acepta sus desgarradores pedidos de disculpas. Sin embargo, él se sigue mostrando dominante y superado, acomodando su triste historia personal a un presente alentador y promisorio.
Esteban no puede digerir es la cercanía que tiene su madre con Fabián (Gonzalo Heredia) - el paciente de la Fundación Renacer con una adicción compulsiva al sexo- con May. El joven se convierte en un duro rival en la lucha por el amor de su madre. Es tal el odio que le genera esta relación que es capaz de aparecer en la casa familiar con un arma, con intenciones de jalar del gatillo y terminar así con la vida de los dos y, en consecuencia, con su propio sufrimiento.
Pero no todo es oscuridad y resentimiento en la vida del paciente de la Fundación Renacer. Una nueva mujer se cruza azarosamente en su camino: Julieta (María Abadi) –otra vez ese nombre resonando en su cabeza. Ambos se conocen en una inmobiliaria mientras buscan departamento para alquilar. La atracción es mutua e inmediata. Y ambos terminan haciendo el amor.
Por su parte Ricardo (Fernán Mirás) -luego de su turbulenta separación- se muda al departamento de Julieta (Paola Krum) para darle así rienda suelta a su amor. Aunque notan que la convivencia no es como ellos habían pensado y que, por momentos, se torna algo complicada…
Y Sofía (Pilar Gamboa) decide olvidarse de Ezequiel (Juan Minujín) para comenzar una nueva relación con Gerardo (Guillermo Arengo) a quien elige por ser “lo menos malo que le puede pasar”.
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