La actriz habla sobre su personaje en el unitario “Mi problema con las mujeres”. Y asegura que no le pesa en absoluto su pasado sexy.
“La hice bien pendevieja” dice Mónica Gonzaga sobre Elsa, el personaje que interpreta en Mi problema con las mujeres (lunes a las 22.30, por Telefe). Elsa no es cualquier señora: es la madre del protagonista, José, a cargo de Mariano Martínez.
Cuando le ofrecieron el papel, la actriz no dudó. “Cuando grabamos el piloto, en el verano, en cuanto conocí a Mariano se me ocurrió tratarlo como si tuviera 14 años, la edad de mi hijo Adriano, en la vida real”, cuenta. “Así que hice todo lo que sé que le molesta como darle palmaditas en la cola, arreglarle la ropa, como para lograr que me critique. Y resultó divertido”. Como Elsa no puede tener a su hijo en casa, cada tanto se instala en el departamento de él. Y hasta seduce a sus amigos. “A Elsa le encanta vestirse como adolescente, usa mucho leopardo”, dice Mónica que se divierte mucho con la criatura que le tocó interpretar. “Entre todo eso, fue fluyendo y adquirió vida propia. Es metida, desubicada, lo incomoda al hijo y lo hace sentir como un adolescente que pasa vergüenza delante de su mamá. Mariano cazó la onda al vuelo y la verdad es que las escenas funcionaron muy bien. Fue saliendo algo divertido y ya se me hizo piel”.
Como bien podría interpretar cualquier psicólogo, “ el problema con las mujeres ” que acarrea el protagonista en la ficción nace en esta mujer. Y los autores aprovecharon al máximo los tics de Elsa para explotarlos en la ficción. “Esta madre es una verdadera pesadilla y lo mejor es que tiene rasgos muy actuales. Hay madres así realmente. Incluso tiene cosas que me pasan a mí también como madre”.
A Gonzaga no le pesa su pasado como mujer sexy. El temor de quedar encasillada lo enfrentó estudiando teatro con Julio Chávez, trabajando y, sobre todo, con humor. “No soy la misma de antes pero no me pesa ese pasado ni reniego de ese lugar, por eso puedo jugar. Creo que fui creciendo. Yo siempre traté de sumar. Y no me quejo: hasta ahora tuve papeles de mujer madura y todavía deseable. Aunque tengo en claro que ya no tengo edad para mostrar el traste como antes”. A Mónica se le nota en la risa que no tiene complejos ni con su pasado ni con su presente. El año anterior participó en la tiraHerederos de una venganza y en la película Rehén de ilusiones de Eliseo Subiela.
Espléndida, Mónica confiesa que se cuida con una rutina diaria pero sin obsesionarse por la imagen. Sin pareja, por ahora, adelanta: “Estoy tranquila pero en cualquier momento me visto de Elsa y salgo a la calle”.
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