Llega el capítulo doce de Tiempos compulsivos que transitará por momentos muy importantes en la historia y que tendrá la participación especial de Romina Gaetani.
Ezequiel (Minujín) diagnostica su caso bajo el rótulo de “misticismo” y la admite en la terapia grupal.
Una nueva paciente llega a la Fundación Renacer. Ella es Tania (Gaetani) una joven mujer de suaves modales y algo introvertida. Busca ayuda para paliar sus persistentes jaquecas que la incomodan gran parte del día. Además, revela que ella tiene un “don”: la capacidad de ver las “pequeñas tragedias” de los demás. Y, por tal motivo, ella está encomendada a realizar “tareítas” –cualquiera sea- para mitigar el sufrimiento ajeno. Una “entrega total” al prójimo.
Ezequiel (Minujín) diagnostica su caso bajo el rótulo de “misticismo” y la admite en la terapia grupal.
Por su parte Esteban (De la Serna) no encuentra rumbo. Su madre continúa con las descalificaciones constantes, que hacen mella cada vez más en su ya perturbada psiquis. Asimismo Julieta (Abadi) –su “nueva conquista”- empieza a desconfiar de ciertas actitudes de su flamante pareja. Pero Esteban –haciendo gala de su enorme capacidad para manipular- la convence de su visión errónea.
Los especialistas tampoco escapan a los problemas, sobre todo a los propios. Ricardo (Mirás) decide irse a vivir al departamento de Ezequiel, para “dejar respirar” a Julieta (Krum) Y precisamente eso es lo que ella necesita, ahogada ahora por la persecución incesante de Clara (Vallina) ex mujer de Ricardo, quien amenaza con “no dejarla en paz”…
Los espíritus convulsionados parecen hallar sosiego: una clase de relajación será la excusa para que todos –pacientes y médicos- hallen la paz que tanto necesitan…aunque sea sólo un momento.
Me encanto la historia y me encanta Romina gaetani, la quiero ver en este papel estilo Matilda, Sexto Sentido, es una grosa y lo va ahcer re bien!
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