Hará en teatro Escenas de la vida conyugal, junto al prestigioso actor, dirigidos por Norma Aleandro. Asegura que el proyecto es un sueño y que rechazó estar en Graduados.
Valeria Bertuccelli ha sabido moverse, zigzagueante, desde que salió de San Nicolás hasta su presente como actriz de teatro y cine (no tevé por ahora) entre las dos formas que asume el cine argentino: el tanque (este año, sin ir más lejos, La suerte en tus manos, de Daniel Burman) y el film independiente. En esta última categoría, podría entrar perfectamente la comedia negra coral Ni un hombre más, la ópera prima de Martín Salinas que se estrenará el próximo jueves, donde la actriz oscila entre la dama en desgracia y la dama de armas tomar. Bertuccelli sostiene que “en mi laburo eso es mi ABC: no perder el poder hacer tanto cine industrial como independiente. Me es fundamental que lo importante sea una buena historia. Y si eso no va acompañado de lo que hay detrás de una película industrial, hacer todo lo posible porque se pueda filmar y ver cómo recupera uno después. Mi representante tiene bajada esa línea: no quiero que no me llegue un guión porque una película es chiquita”. Y sigue: “Creí siempre en todas las películas que hice. Y puedo decir que nunca filmé una película por dinero y que eso resultara en un proyecto que pienso es una porquería”.
Pero en el futuro de Valeria hay dos planes: un film de Victoria Gagliardi (donde actuará con la chica Almodóvar, Elena Naya, link que hace que Bertuccelli suspire: “Es el sueño de toda actriz trabajar con Almodóvar”) y un sueño, hacer Escenas de la vida conyugal, de Bergman, en teatro. “Con Norma Aleandro dirigiéndome, actuando junto a Ricardo (Darín) y producida por (Lino) Patalano”. Darín, dice ella, “es EL actor. Es genial. Somos amigos y lo adoro. Nunca fuimos los dos protagonistas (se cruzaron en Luna de Avellaneda y XXY). Me conmueve, me gusta su manera de ser”. Y volviendo a la obra: “Es lo que una actriz hubiera soñado siempre hacer”. ¿Miedo por los nombres gigantes que la acompañan? “Sí, claro que me da miedo. Pero un miedo lindo, que sé que lo puedo disfrutar. Lo dejo fluir al miedo, es como un termómetro para mí. Siempre pienso de antemano, y si no veo ese miedo, difícil haga el proyecto que me ofrecen. Que no me dejen disfrutar seguro que es algo que no le voy a permitir a mis miedos, pero tampoco quiero que dejen de estar”.
Bertuccelli ha llegado a una instancia de su vida como actriz donde puede rechazar, incluso, papeles en la televisión: “Me ofrecieron estar en Graduados. Justo estaba con otras cosas de trabajo. Si hiciera algo en la tele debería estar desde el comienzo en la idea, me gustaría adueñarme de alguna forma del proyecto”. Pero enseguida retruca: “No me quiero ubicar en ningún lugar al estilo ‘no quiero estar en la tele’ porque decirlo es leído como que uno habla con cierta pedantería. Yo siento me da alegría el camino que hice, y lo hice re lento. Fui levantando la pata de a poquito de la televisión hasta que la pude sacar del todo. Tiene que ver también con que yo necesito trabajar con gente que me cope, porque si no no funciono”.
La mención al hit Graduados, lleva a pensar sobre el retorno de la ficción al top del rating y Bertuccelli sostiene que el éxito de la serie se debe a que “tiene una frescura que se había perdido. Te reís de lo que inventan en el momento. En la tele, en un momento sentí que se había estupidizado totalmente. El chiste del chisme, de reírse del otro, de golpe cobró seriedad, y parecía que era de verdad y cualquier cosa que dice cualquier idiota es cierta. Y eso fue tomando las franjas horarias, de golpe se fue inundando de eso”.
Otro aspecto que la esposa de Vicentico y madre del adolescente Florián y del niño Vicente ha sabido cuidar es, precisamente, el familiar. Una pareja de casi 18 años, celosa de su privacidad. ¿Cuál es el secreto? “Lo que me cuesta es decir cuál es el secreto, porque es algo muy especial, que no sabés bien cómo ponerlo en palabras. A mí me inspira mucho lo que él hace y yo a él también, y eso es algo que hace que esté todo muy vivo. La otra vez escuchaba un tema de él, y pensaba ‘con esto sí haría un unitario en tele’, y se lo conté a un amigo guionista y me dijo que estaba buenísimo. Nos gusta a los dos trabajar juntos. No como locos: no es que nos llama el ‘Chueco’ (Suar) y vamos a trabajar juntos”. De hecho, en dos canciones de Cinco, nuevo trabajo del músico, Bertuccelli canta: “Que yo haya grabado dos canciones tiene que ver con eso, con que muchas veces nos ponemos a grabar en casa y cantamos, y es algo de lo que teníamos ganas. Y también él, Gaby, es alguien que yo siento que me crió. Yo lo conocí con 23 años, haciendo teatro súper independiente y súper en off. Y él siendo ya el líder de la banda. Y aprendí mucho de él, de su manera de llevarla. Es súper cauteloso con su familia y con todo. Nunca le pegó nada ni para bien ni para mal. Es alguien que evoluciona en un camino parecido al que me interesa a mí”.
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