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Hoy “Dulce Amor” tendrá su esperado final en el Gran Rex

Finalmente se verá el último capítulo de “Dulce Amor” (Telefé), una “clásica” historia de amor que atrajo a lo largo de más de un año y 300 capítulos (con una audiencia media de 18.8 puntos de rating) a miles de fanáticos dispuestos a todo.

“El final no va a traicionar”






 Desde reunirse dos veces en el Obelisco para “exigir” que Victoria Bandi y Marcos Guerrero vuelvan a estar juntos, en medio de los tantas idas y vueltas de la novela, hasta cortar la avenida Corrientes, el jueves pasado, cuando se enteraron de que no había más entradas para vivir el final, junto a todo el elenco, en el Teatro Gran Rex.

“El público que seguía o que sigue la novela no es nada más que un televidente. No veía el programa porque no había otra cosa. No. La gente que sigue ‘Dulce Amor’ es fanática. Lo seguía a las 9 de la noche, a las 10, a las 11 y lo vieron hasta a la 1 de la mañana cuando el programa terminó tarde. Cuando percibimos eso entendimos que era un suceso el programa, un suceso capaz de generar lo que pasó en el Obelisco”, cuenta Carina Zampini, quien adelanta que el final “tiene de todo, es muy fuerte. Así como en 16 meses la novela no traicionó al público en ningún momento, no lo va a traicionar en el último capítulo. La gente va a ver lo que tiene ganas de ver”.

. “El final en el teatro va a ser muy fuerte porque todavía yo creo que no somos conscientes de que la novela terminó. Nos encantaría compartirlo con toda la gente que vio ‘Dulce Amor’, algo imposible, pero por lo menos vamos a estar con parte de la gente que nos hizo el aguante durante todo este tiempo. Va a ser fuerte, seguro, habrá lágrimas”, se sincera Sebastián.

¿Qué les dejó “Dulce Amor” en lo laboral y en lo personal? 
Zampini: En lo laboral la verdad es que me acercó al público desde un lugar diferente. Yo hace 19 años más o menos que trabajo y la gente me tenía en la memoria como la mala de las novelas y este programa me acercó al público desde otro lugar. Lo que pasó con Victoria a mí me costó comprenderlo porque las mujeres prácticamente se enamoraron de ella. Y no es fácil que las mujeres se enamoren y tengan una valorización y un respeto por un personaje femenino. Personalmente, desde lo humano, la verdad es que es una tira que va a quedar en mi corazón como un gran estadío laboral. Yo fui muy feliz haciendo este programa.
Estevanez: En lo laboral creo que también es el personaje que más me acercó al público. Marcos es un personaje soñado. Un tipo con códigos, buena persona, que se ocupa de la familia, de los amigos y que se enamora de Victoria y pelea por el amor que siente por ella más allá de las diferencias de clases sociales. Eso también hace que entre los dos el amor sea más fuerte. Trabajo hace 17 años y creo que es lo más fuerte que me pasó desde que estoy laburando.

El furor por la pareja de Marcos y Victoria hizo que surgieran rumores de romance entre ustedes, ¿cómo se manejaron con la prensa en este año de tanta exposición? 
Zampini: Un poco se entiende, es parte del juego. Uno sabe que cuando estás expuesto, sobre todo cuando estás en un programa como fue “Dulce Amor”, que es exitoso, sabés que tu imagen puede llegar a vender. Lo que sí, a veces, una siente en un punto que es injusto porque tanto él como yo somos personas que siempre trabajamos y que siempre fuimos respetuosos y claros con la prensa. Nunca tuvimos ningún problema, nunca utilizamos a la prensa para nada… 
Sebastián: Obvio, si mirás la historia de ella para atrás o la mía nunca tuvimos un quilombo.
Carina: Entonces vos decías ‘la verdad que no nos merecemos ésto’. Porque hay chicos que ven las revistas y esos chicos tienen compañeros en el colegio. Hay parejas también. Entonces repercute de una manera que, la verdad, uno siente que no hizo nada para merecer eso. Pasa por querer darle al público lo que ellos fantasean.
Los fanáticos serían felices si se enteraran mañana que él se separó de Ivana (Saccani) y yo de mi pareja, y nosotros tenemos una historia de amor que nació en esta novela. Ese es el pensamiento de la gente y está bien. Eso me hace acordar a cuando yo hacía de mala y salía a la calle y me decían: ‘Vos sos una hija de puta’. Es lo mismo. Uno se tiene que sentir feliz en un punto porque nosotros logramos interpretar una historia de amor que llegó a la gente, que la gente la vivió como verdadera, pero hay que saber separar los tantos.

A raíz de este fanatismo surgió la idea de que vuelvan a trabajar juntos. ¿Les gustaría? 
Carina: Sería para mí una felicidad volver a laburar con Sebas. No me canso de decirlo porque es uno de los, mejor dicho, el compañero que yo elegiría tener por un conjunto de cosas.
Sebastián: Nos miramos y nos entendemos. Tenemos una química de laburo que está buenísima y disfrutamos mucho trabajando juntos. Ojalá se pueda repetir cuanto antes.

De concretarse, ¿están obligados a ser nuevamente pareja o podrían hacer de hermanos por ejemplo? 
Carina: Yo creo que si nosotros volvemos a trabajar, lo digo como hipótesis, en una novela y no somos pareja la gente nos mata. Hermanos ni en pedo (risas).
Sebastián: Lo que estaría bueno, aunque todavía ni lo hablamos, sería invertir los roles. A mí me gustaría hacer un personaje de la alta sociedad y que Carina sea una chica de barrio. Pero es un sueño nomás.


La Razon

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