Entre corridas, disparos, intentos de asesinatos y hasta un auto incendiado, los componentes del próximo videoclip de Bersuit Vergarabat que la (ahora) morocha de flequillo protagoniza y dirige, Romina Gaetani, más que nunca “una chica Bersuit”.
“Sí, estamos muy bien, y es genial estar laburando juntos, me encanta. ¡Pero no te voy a contar más!”, dice entre risas respecto del noviazgo que mantiene desde hace largos meses con Oscar Righi, guitarrista de la banda. Antes, Gaetani había tenido una historia con Héctor “Limón” García, también parte del grupo. “Soy fan de la banda y los sigo desde hace 16 años”, confiesa.
Ahora es gracias a su nuevo amor que Romina está barajando más en serio la idea de dedicarse a la música. “Es algo que hace años vengo haciendo, tranqui, agarrar un instrumento, el piano, la guitarra, tener mis clases y sentarme a componer... En un momento hubo una propuesta de una discográfica importante para hacer algo, pero era en el marco de “la chica actriz de la telenovela que quiere cantar”, y yo no quería encararlo así” asegura. “Estoy trabajando con Pepe (Céspedes) y con Oski (su novio) para ver cómo soy como compositora. Con la música tengo que empezar de abajo, como hice con la actuación”.
Gaetani dice estar en un año tranquilo, de estudio, de regreso al teatro, alejada del circuito televisivo. “Hubo una propuesta para hacer una novela en Telefé, pero no hay nada decidido, está medio en stand by, y además yo le pedí al productor que por favor me diera un año más, para hacer teatro”, cuenta. “De llegar a hacer algo en TV este año no será más que una participación como hice el año pasado en Tiempos compulsivos o en El hombre de tu vida”, dice. Está metiéndose de lleno en los ensayos de Triste golondrina macho, la obra de Puig que protagonizará pronto en el San Martín bajo la dirección de Mónica Viñao (con quien ya hizo Recordando con ira, en la misma sala) y Guillermo Arengo. “Para seguir creciendo tengo que volver a transpirar la camiseta en el lugar donde empecé, que es el teatro”, sentencia.
—¿No persiste el deseo de volver a la tele en ficciones de Pol-Ka o productos como los de Ortega, por ejemplo?
—Sí, siempre. Yo, feliz de volver a la tele. Pero creo que necesitaba un poco de aire para que la gente descanse y yo también descansar. Para no repetirme, para crecer. Cuando estás haciendo tele no tenés tiempo para recapacitar ni para estudiar, no tenés tiempo para nada, y yo hace 16 años que vengo curtiendo tiras diarias en la tele.
—Sí, siempre. Yo, feliz de volver a la tele. Pero creo que necesitaba un poco de aire para que la gente descanse y yo también descansar. Para no repetirme, para crecer. Cuando estás haciendo tele no tenés tiempo para recapacitar ni para estudiar, no tenés tiempo para nada, y yo hace 16 años que vengo curtiendo tiras diarias en la tele.
Música, sí, ¿musicales no? En 2007, Romina se fue a trabajar un año entero a México, días después de haberse quedado afuera del elenco de Cabaret. Por aquellos días, Ariel Del Mastro, director del musical, dijo que Gaetani “tenía un problema nodular en las cuerdas vocales” y que por eso no llegaría en condiciones al estreno. Pero la versión de ella es otra: “Se arrepintieron de haberme elegido. Creyeron que no iba a rendirles, no sé. Di el casting, me eligieron, y cuando arranqué los ensayos me dieron de baja, al tercer día. Creo que nunca estuvieron muy seguros de haberme elegido”, dice, ahora.
“Yo tenía un departamento que terminar de pagar y me había quedado sin trabajo acá, así que llegó un llamado de México y me fui”, agrega.
“Yo tenía un departamento que terminar de pagar y me había quedado sin trabajo acá, así que llegó un llamado de México y me fui”, agrega.
Fuente:Perfil.com
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