Con la mejor de sus sonrisas y tremendamente atractivo, Hugh, que ante todo es un caballero, no dudó en atender a sus cientos de seguidores que llevaban horas esperándole a las puertas del exclusivo hotel María Cristina.
Sin ápice alguno de cansancio a pesar del viaje, Jackman demostró su simpatía y amabilidad con los fans y no dudó en acercarse a firmar autógrafos antes de retirarse a descansar. Luciendo el mismo traje que en el estreno en Berlín –aunque ya sin chaqueta, la llevaba al hombro-, Hugh también demostró porqué se le considera uno de los hombres más sexys y elegantes del mundo.
Jackman ha sido elegido este año como uno de los galardonados con el Premio Donostia. Un premio que recibirá hoy en el Festival de San Sebastián, y que en esta edición también ha sido otorgado a Carmen Maura –primera actriz española en recibirlo-. El actor también tendrá ocasión de presentar su película, Prisioners, dirigida por Denis Villeneuve y protagonizada también por Jake Gyllenhaal. La cinta narra la desaparición de dos niñas pequeñas, una situación que provoca que el padre de una de ellas decida tomarse la justicia por su mano tras comprobar que la investigación no avanza como quisiera.
Nominado a los Oscar y ganador de un Globo de Oro y un Tony, este actor ha demostrado ser uno de los actores más versátiles de nuestro tiempo. Desde su premiada gira por los escenarios de Broadway, encarnando al cantante y compositor de los 70 Peter Allen, con sus garras de acero en el cine con Lobezno en X-Men, o con sus dotes como cantante en Los Miserables -adaptación al cine del musical basado en la obra de Víctor Hugo, Jackman ha logardo "calar en públicos de todas las edades" y cosechar "grandes éxitos tanto en la pantalla como en el escenario". Si a eso se le suma su amabilidad, atractivo y simpatía, podemos estar hablando de un hombre de los pies a la cabeza.
Hugh Jackman, llega a San Sebastián por Tinkunakuy
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