Guillermo Pfening debuta como director

Guillermo Pfening debuta como realizador con una docuficción en torno de su hermano Luis, quien tiene una distrofia muscular.

Guillermo Pfening estrenará mañana Caíto, su opera prima como director (acompañado por Pablo Trapero en la producción), donde el protagonista es su actor fetiche: su hermano Luis, diagnosticado con distrofia muscular de Becker, con el que soñaban hacer juntos una película.

Esta docuficción nace del cortometraje también llamado Caíto, de 2004, que ganó el premio Georges Méliès. Guillermo recuerda: “Una vez que ganamos el concurso viajamos para presentar el trabajo. Allí empezamos a soñar con que esto siguiera, y en el 2006 empecé a escribir un tratamiento y lo presenté a Ibermedia, un fondo de capitales españoles para el cine latinoamericano. Como con el corto nos había ido bien, nos presentamos en varios lugares y fuimos para adelante. Seguramente, si no hubiera tenido esos reconocimientos lo habría hecho igual”.

Inicialmente la película iba a ser una ficción en la cual Luis estaría atravesado por la idea de ser padre. Luego viró a una docuficción en la que Guillermo llega a Marcos Juárez, Córdoba, el lugar en donde nació, en 1978, para filmar una película con su hermano. El actor devenido realizador comenta que se dieron cuenta del nuevo rumbo cuando entraron en una “etapa de crisis con el guión original, porque era mucho más interesante la idea de nosotros dos queriendo hacer una película; y meter dentro del proyecto final la historia que teníamos pensada al principio”.

Luis está junto a su hermano en el sillón del departamento de Guillermo. A la mañana hizo algún que otro ejercicio para que los músculos se acostumbraran a las sesiones de fotos. Entre risas, comenta: “No era muy consciente de lo que se venía, creía que era un grupo de hippies que me venía a arruinar la siesta, pero la verdad es que me sentí muy bien haciendo la película. Por suerte se armó un grupo muy bueno y fue muy importante para mí que hayan participado mis amigos de la ciudad”.

Los actores que viajaron desde Buenos Aires corrieron por cuenta de Guillermo, quien sumó a Bárbara Lombardo, Romina Ricci, Marinha Villalobos, Lucas Ferraro (con quien Luis mantiene una gran amistad) y Juan Bautista Stagnaro, en su debut actoral.

“Me preocupaba mucho no caer en golpes bajos, trabajamos mucho con los coguionistas en no ocultar la enfermedad porque en el principio del filme Luis dice ‘yo tengo esto y de ahora en más vamos a jugar a hacer una película’. Creo que Caíto es un gran juego y se sintetiza en esa escena del tanque australiano donde todos están mezclados. En el agua él está emparejado a todos”, afirma Guillermo, que trabaja con la Asociación de distrofia muscular para las enfermedades neuromusculares, por el descubrimiento temprano de estas patologías.

Aunque tengan pensado trabajar otra vez juntos, disfrutan un poco más de esta experiencia. A poco de su debut como realizador, Pfening -que como actor trabajó en Nacido y Criado, XXY, Wakolda y muchos otros filmes- dice: “ Caíto te mantiene activo. Va de un género a otro, no te están contando un cuento ni tampoco es capciosa. Es una película muy sincera, te puede gustar o no pero no se traiciona a sí misma ni a nadie”.

Clarin