María Luján Lamas "Tengo una formación medio rara"

A los 19 años, esta actriz debutó en TV con un personaje de Farsantes, tras haber estudiado en diferentes lugares.

Solange es o se hace?

–¡Es!
La respuesta firme que da María Luján Lamas sobre el personaje con el que debutó en TV en Farsantes  contiene una descripción detallada: "No es que a Solange le cuesta arrancar, sino que es especial. El otro día me preguntaron en la calle si tenía alguna discapacidad. Yo no creo que sea especial en ese sentido. Es inocente, torpe y aniñada para su edad, pero no es discapacitada", dice sobre la ingenuidad de la joven hija de Marcos Labrapoulos (Alfredo Casero) e Isabel (Vivian El Jaber).

Lamas tiene 19 años, vive en Bernal con sus padres y hace diez meses estaba imprimiendo su curriculum en un intento de encontrar "algún trabajo en algún comercio". Ni se imaginaba tener la posibilidad de compartir escena con Facundo Arana, Julio Chávez, Griselda Siciliani, Casero o El Jaber. "¡No conocía a ninguno! Es impresionante estar trabajando junto a todos ellos." 

Llegó a Pol-ka a través de un casting al que la convocaron luego de ver su foto en Facebook. "Era extra en la obra La leyenda, de Lis Chi", que dirigió Maruja Bustamante, quien estaba actuando en Tiempos compulsivos y se convirtió en el nexo con la productora porque, "al subir una foto mía en su muro, me vieron y me contactaron", cuenta Lamas sobre el llamado que la convirtió en actriz de televisión. A las pocas semanas grabó su primera escena: "Fue la misma que se vio como mi primera aparición, la recuerdo muy bien." Ahí, Marcos le pide que llame al vecino porque el perro ladra, "¡Cuando la vi me pareció horrible! Estaba muy incómoda; la tuvimos que hacer un par de veces. Ahora es muy distinto: ayer cambié por primera vez un chiste del texto. Todos cambian cosas y yo no lo había hecho nunca. Al menos por voluntad propia, alguna cosas cambié por Alfredo."


–¿Cómo que "por Alfredo"?
–Porque hay escenas que terminan siendo improvisadas. Él me dice: "Yo te nombro a la abuela, vos decime que la abuela está muerta."
–¿Y lo que cambiaste ayer resultó? ¿Quedó divertido?
–¡Sí! Era una boludez bastante importante, pero yo me sentí contenta de tener algo para que Solange diga y de haberme animado a decirlo.

–¿Estudiaste actuación?
–Tengo una formación media rara. A los 10 años hice un curso de teatro en Bellas Artes de Quilmes, y a los 13 dejé. Luego hice en el colegio y no me sentía bien, me parecía pobre, entonces busqué al elenco de Teatro por la Identidad. Voy a una escuela cerca de la cancha de Quilmes, dentro del marco de Patios Abiertos. 

Terminó el secundario en 2011 en un colegio que prefiere no nombrar porque "no la pasé bien ahí. Tuve un compañero que una vez me dijo que para lo único que podía servir era para hacer de potus. ¡Ese chico la debe estar pasando tan mal!", extiende el "taaan" con sabor a revancha. Luego, repartió su tiempo entre clases de teatro y el trabajo "sin horario" (lo aclara) que sus papás le pedían que hiciera. "Mis viejos venden artículos de regalería al por mayor, y yo hacía las esencias para adornitos, pero sin horarios. Me molesta no tener un horario, aunque ahora tampoco lo tengo."
Sobre el lazo que Solange tiene con Isabel y Marcos, María señala: "No registra las sentencias acusatorias de sus padres. Ella quiere mucho a sus papás. El padre la cuida más y la madre la mandonea un poco."

–¿Qué cambió post Farsantes?
–No cambió mucho. Tengo los mismos amigos que tenía y sigo saliendo a los mismos lugares. Me siento un poco mejor como actriz porque aprendí un montón. Tengo un poco de dinero, aunque no mucho. Mis sobrinos me llaman Solange, no me dicen mas tía María. Les aclaro que yo no soy ella, pero insisten: "Es igual que vos." Lo que más cambió es que no me puedo levantar a la hora que quiero.  «una obra como dramaturga

"No tengo mucha idea de cómo seguiría mi carrera una vez que termine Farsantes. No tengo representante y no tengo idea cómo es tenerlo. ¿Para qué sirve?", se pregunta en voz alta. Y luego cuenta su otro logro de este 2013: acaba de estrenar en La Casona iluminada (Corrientes 1979), una obra que ella misma escribió y que se presenta todos los sábados de noviembre. "Se llama Flores y medialunas. Es sobre redes sociales. Son dos personas que todo el tiempo están con Facebook o Twitter, y a veces malinterpretan lo que leen." La dirección y puesta en escena es de Fermín Varangot. "Lo que más me gusta es escribir teatro pero me cuesta.  Tengo tres obras más que no pude terminar."

–¿Conociste a Aguirre o a Segade,  los autores de Farsantes?
–No, nunca los vi. 
–Si pudieras imaginar cómo sigue Solange, ¿qué propondrías?
–En un momento le habían hecho un test de inteligencia y le había dado muy alto. Hurgaría un poco en eso: ¿por qué le dio tan alto?