La pelea entre Julián (Heredia) y Luciano (Amador) se ha tornado tan violenta que sólo la policía consigue separarlos. Así, ambos contendientes son detenidos y llevados a la comisaría, donde son encarcelados por los disturbios ocasionados en propiedad privada y por las lesiones. Para colmo de males, son alojados en celdas contiguas, una forma de azuzar aún más el fuego entre ellos.
Finalmente salen en libertad. Luciano jura vengarse de su rival. Pero primero buscará desestabilizar emocionalmente a su prometida Bárbara (Attías), apelando a la victimización y a una “posible ruptura” de la pareja.
Por su parte, Simón (Cabré), Yayo (Pérez) y Fidel (Colombo) deben trasladar un caballo de carrera dentro del camión. Pero súbitamente el animal escapa. Y será el propio Simón quien se erija como “improvisado jinete” para intentar detener al indómito equino.
Justo en ese momento se cruzará con Rocío (Cherri) quien, sorprendida, no podrá evitar comparar esa imagen con la clásica historia del príncipe que rescata a caballo a su princesa. La escena la movilizará profundamente…
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