Recorrió las principales arterias de la península y cuando se disponía a almorzar en un famoso restorán de José Ignacio advirtió la presencia de periodistas en el lugar y decidió retirarse, no sin antes atender a varios admiradores que se abalanzaron para tomarse fotografías junto a él.
Lo transportó un Mercedes negro con vidrios polarizados. En la noche del lunes, día en que convulsionó a los vecinos de Arocena caminando por las calles sin custodia personal, cenó en el restorán García un rack de cordero premium con ensalada de verdes y bebió un vino Montevideo de Bodegas Bouza.
También trascendió que realizó compras en Carrasco y visitó algunas tiendas de ropa.
Mañana la estrella asistirá a la ceremonia civil de su amigo, el director Carl Rinsch (que contraerá matrimonio con la uruguaya Gabriela Rosés Bentancor) en la Bodega Juanicó.
El acto religioso será el viernes en la Iglesia de Las Carmelitas y posteriormente habrá una gran fiesta en La Hacienda. Reeves, que espera que Sandra Bullock gane su segundo Oscar por su papel en Gravedad y que actualmente está en las salas con 47 Ronin, llegó el lunes al mediodía con bastante anticipación a la boda para conocer el país y disfrutar de unas relajadas vacaciones hasta el domingo.
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