Jamie Foxx se luce en el papel del villano Electro» en «The Amazing Spider-Man 2: El poder de : Electro,explica que, aunque «tienes las horas contadas, puede dar palos a base de bien».
Y lo compara con el wrestling, cuando «ves al luchador pegar al malo y éste vuelve loca a masa sacándoles la lengua».
Tras el telón de fondo de la historia amorosa de Peter Parker (Andrew Garfield) y Gwen Stacey (Emma Stone) se plasma por supuesto, la promesa de Spider-Man (Andrew Garfield) de proteger Nueva York. Pero Electro se convierte en el mayor obstáculo al que Spider-Man se ha enfrentado jamás, una figura trágica, con la que incluso llegamos a sentir cierta empatía pero que acaba enfrentado con el superhéroe.
«Cuando una persona está triste o se siente sola nunca sabes qué puede pasar» y eso es precisamente lo que le pasa a su personaje: se siente solo, rechazado por la sociedad pero «cuando vemos la oportunidad de obtener esos súper poderes, queremos hacer el bien pero aún nos siguen dando de lado» aclara Foxx respecto a su personaje así como al de Dane DeHaan: Harry Oscorp, que posteriormente se ve transformado en el Duende Verde. Para Foxx es como si quisieran «devolverle ese daño a la gente», como ese sentimiento de «voy a devolveros todo lo que me hicisteis pasar en el colegio».
Junto al veterano actor, un joven Dane DeHaan ve cumplido el sueño de su infancia y el de adulto juntos en uno porque, como reconoce «puedo ser actor y puedo hacerlo siendo un superhéroe y trabajar con gente en esta experiencia alucinante». Formar parte de ella es «simplemente especial» afirma rotundo el actor, cuyo personaje se sitúa en el centro de Oscorp: «el origen de todos los males del universo Spider-Man».
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