El único punto en común entre los dos programas es la música que identifica a una generación", afirma Damián De Santo sobre "Viudas e hijos del rock and roll".
Contextualizada en los 90 y atravesada por melodías, la comedia romántica producida por Sebastián Ortega y Pablo Cullel gira en torno de una relación inconclusa entre dos personajes: Diego (interpretado por Damián De Santo) y Miranda (por Paola Barrientos).
Fernán Mirás, Celeste Cid, Griselda Siciliani, Juan Minujín, Luis Machín, Verónica Llinás, Julieta Ortega, Violeta Urtizberea y Georgina Barbarossa, completan el elenco del programa que es la apuesta fuerte de Telefé en 2014.
En la tira, De Santo compone a un personaje sensible que se enamoró solo una vez en su vida y que, a punto de casarse, se encuentra accidentalmente con este viejo amor 20 años después de que hubieran roto contacto.
"Diego es muy Pappo a la hora de pensar y no se abre a otras cosas; es solo rock", comenta risueño De Santo en charla con Télam sobre su personaje, de religión rollinga y fan de Sumo.
A su lado está Fernán Mirás, que además de ser amigo en la vida real de De Santo, en la serie interpreta a Rama, el compañero incondicional con el que vive en el primer piso la casa de su madre, interpretada por Georgina Barbarossa.
Al describir a su personaje, Mirás detalla: "Es una especie de nerd con mucha data sobre la música, y es tan apasionado que puede sostener una discusión de rock totalmente absurda porque tiene mucha opinión sobre qué música es buena y cuál es mala".
Además, el personaje de Mirás lleva consigo un estigma que lo acompaña desde la adolescencia y es la poca suerte que tiene con el sexo femenino.
"Como las mujeres lo rechazaron toda la vida eso le dio una especie de virtud a Rama y es que encara a todas con total impunidad y sin importarle en absoluto el resultado, porque está acostumbrado a perder", completa el cuadro del rol que juega en la nueva serie de los inventores de "Los exitosos Pells".
Tanto Diego como Rama son Djs y trabajan juntos; son "tan iguales que pretendemos ser distintos pero se nota que somos dos porquerías. No crecimos, no queremos crecer y tampoco queremos darnos cuenta de que el tiempo nos pasó", sostiene entre risas De Santo mientras mira a su amigo.
"Si los tuviera que catalogar -agrega- son algo así como el tío que nunca tuve. Ese que nunca se va a casar, el que te hace debutar en la Isla Maciel, te lleva en auto a bailar, te emborracha y te va a cuidar a pesar de todo lo que suceda porque ya lo experimentó de chico".
Los dos actores dicen que la amistad que hay entre ellos de más de 20 años es un elemento importante que juegan en el set frente a cámaras para darle vida a esos dos personajes, también unidos por el afecto.
"Llevamos a escena elementos de la vida cotidiana, decimos cosas que surgen espontáneamente y sin darnos cuenta, y terminan funcionando muy bien", ahonda De Santo.
Haciendo foco en qué tipo de programa es "Viudas e hijos...", Mirás lo define como "una propuesta de situaciones muy graciosas, y hasta absurdas, que se actúan dramáticamente; donde siempre se mantiene el verosímil. Ese es el tipo de comedia que me gusta, con humor gracioso pero posible".
Por otra parte, De Santo remarca que la serie de Ortega y Cullel "pone en evidencia que las cosas y los vínculos cambiaron mucho en los últimos 20 años y de una manera muy rápida".
"De hecho me parece que en las grandes ciudades se está perdiendo la sensación de creer en el amor y perseguirlo como es el caso de Diego y Miranda. Da la impresión de que los chicos de 19 o 20 años están en cualquier cosa menos en el compromiso, y es en el compromiso donde está el buen sabor de las cosas", remarca el actor que protagonizó "Bella y Bestia" con la recordada Romina Yan.
El actor que hizo del representante de futbolistas Tato en "Botineras", otra creación de la dupla Ortega-Cullel, dice que en esta los personajes que hacen él y su amigo Mirás "son dos tipos a los que no les importa los años que tienen ni el peso, y eso hace que uno baje a la tierra y diga: 'estos tipos somos nosotros'".
"Los dos juegan con la cronología de los tiempos y uno es más consciente de su pasado que de su presente. El programa, de alguna manera, te lleva a reconsiderar algunas cosas del pasado", concluye.
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