El “deber ser” termina ganando la batalla: Tomás (Martínez) decide renunciar al amor que siente por Esperanza (Espósito) en pos de su carrera religiosa.La “exnovicia” quedará devastada.
Dicen que el tiempo ayuda para sanar las heridas; para olvidar…Sin embargo, para Tomás (Martínez) las horas y los días lejos de Esperanza (Espósito) lo sumen en mucha angustia. Ha entregado su vida a Dios. Pero no puede apagar el fuego interior que siente por su amada “exnovicia”.
Las palabras del Obispo resonarán una y otra vez en su cabeza (“Tenés que hacer lo correcto…”). Y un ascenso en su carrera clerical será el detonante para que tome una drástica decisión: continuar en el camino elegido.
Pero antes de dar cualquier paso, necesita comunicarle la noticia a Esperanza. La joven no querrá escucharlo. No desea oír que deberá renunciar a su amor para siempre…
En otro orden de cosas, Máximo (Fonzi) contrata una nueva secretaria para su empresa: se trata de Mili (Barbie Vélez) , hija de un accionista de la Fundación. Es bonita, quiere ser famosa y es cholula de cuanto comentario de revista ande por ahí. Adora las historias de amor. Inocente y crédula. Muy manejable, estará a expensas de lo que Máximo necesite de ella.
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