Rodrigo de la Serna "Trabajar en TV es alienante"

 Rodrigo de la Serna vuelve a la pantalla grande de la mano de Oscar Martínez, con quien protagoniza "Inseparables", una historia de amistad entre dos hombres. 

Alejado de la TV y dedicado plenamente a su carrera en cine y teatro, Rodrigo de la Serna está a punto de volver a la pantalla grande junto a Oscar Martínez, con quien protagoniza "Inseparables". Si bien no siempre la ficción coincide con la realidad, en este caso las dos generaciones actorales que representan Rodrigo y Oscar mantienen una relación que el más joven revela como "casi filial" en charla con Diario Show.

Se conocen desde hace casi dos años, cuando les tocó ser Mozart y Salieri en la obra "Amadeus", y allí sembraron una amistad más allá del trabajo sobre las tablas.

Si bien es considerado como uno de los grandes actores contemporáneos, De la Serna se resiste a ese llamado y sobre su compañero indica: "Me faltan muchas cosas por aprender. Por suerte me tocó conocer a Oscar, que te enseña mucho, sin quererlo incluso. Es un referente ineludible como artista y un gran maestro del naturalismo argentino y, sin embargo, cuando compone, también te deja sin palabras, como el laburo que hizo en ‘Koblic’ en donde está irreconocible".

Sobre la amistad, infiere que "es necesario romper prejuicios. Uno puede contar una historia de amistad como una historia de amor, entre dos hombres y sin sexo de por medio, sino como dos personas que se aprenden a querer. Todavía somos una sociedad muy machista, muy limitada en ese aspecto y creemos que la amistad muy estrecha puede tener otro significado, incluso no hablamos de amor cuando nos referimos a un amigo y estamos equivocados".

"Inseparables" es una remake de la comedia francesa que fue éxito en el mundo entero. Tratándose de un intérprete voraz, Rodrigo explica cuál es el mayor conflicto a la hora de querer hacer algo diferente sobre una idea de por sí única: "Si te forzás en hacer algo original, cag..., acá sabíamos que hacíamos una remake, y nos entregamos a eso, salió lo que salió. Descansamos sobre el guión porque cuando es tan eficaz, como una partitura de jazz, te da una estructura fuerte en la que podés moverte y meter tu mística ineludiblemente".

Con respecto a su alejamiento de la TV, explica que "ya tengo mucho, ¿o hace falta más? La televisión te demanda mucho en materia actoral y con los tiempos. Es rutinario y vertiginoso. Te vuelve loco y es alienante. Prefiero el cine y el teatro, porque son más puros y nítidos. Lo viví con Lombardo, mi personaje de ‘El puntero’, fue demasiado intenso".