Capaz de hacer al más benévolo y al más perverso, Daniel Fanego, camaleónico, está en tres películas y una obra de teatro.
“¿Suerte? Sí, sumada a la inspiración”. Elogios para Viggo Mortensen.
Con Daniel Fanego ocurre cierta polaridad: gusta mucho o no gusta, pero sin dudas es un actor versátil y capaz de hacer lo que se proponga: desde el personaje más bondadoso, pasando por un conspicuo científico, un intelectual de la Sorbona, hasta una criatura de las más perversas. Cuando la semana que viene se estrene “Todos tenemos un plan”, la cartelera de cine lo tendrá ¡por triplicado! Es que esa película se sumará a “¡Atraco!” y a “Rehén de ilusiones” y, por si fuera poco, es uno de los pilares de “El especulador”, pieza teatral que se exhibe en el San Martín.
¿Se trata de una casualidad o descubrieron tus virtudes?
Sólo un tema de fechas. Creo que la suerte al igual que la inspiración aparecen cuando quieren y se van cuando a ellas se les canta. El asunto es dónde está uno cuando surgen y con qué herramientas contás cuando se van.
Cuenta Fanego que “se disfruta y se padece ser un rehén de ilusiones”. Lo dice en relación al film de Eliseo Subiela, en el que encarna a Pablo, “un escritor prestigioso, en el otoño de su vida, que se cruza con una joven ex alumna (Romina Richi), 20 años menor, con quien inicia una relación que desatará otros fantasmas en él y en la chica”, explica.
Como no podía ser de otra manera, Subiela propone escenas jugadas y Romina Richi vuelve a regalar imágenes de desnudez... Fanego subraya que no son sencillas ese tipo de secuencias, “sí son importantes la confianza y los acuerdos previos para que las escenas fluyan”, responde lacónico.
Daniel, ya van 35 años de trayectoria... ¿Satisfacción, replanteos, qué?
¿¡Quién no tiene cosas para replantearse!? Todos, creo... ¿vos no? Pero tengo claro que estoy agradecido a mi trabajo, que me permitió crecer y formarme. Yo me hice como persona en este oficio, me crié en los escenarios y en los set de cine y televisión... ¡No puede ser, 35 años desde mi debut! Me acuerdo que arranqué en la -polémica- “La lección de anatomía”. Tengo que agradecer, es una obligación, si no soy un desgraciado.
Se viene el estreno de “Todos tenemos un plan”, ¿qué rescatás de esa experiencia?
Todo, fue un viaje rodarla, una historia impactante y lo que rescato fue haberme cruzado con Viggo Mortensen, un tipo de una gran humildad, además de ser un actor fantástico. Viggo tiene mucha experiencia, una gran disposición para el trabajo y de una generosidad como pocos...
Para terminar, se reconoce estimulado y entusiasmado por subir al escenario con su hijo Manuel, el 24 de agosto, en el Cervantes, cuando repasen un texto de Patricio Zangaro. “Son los mimos que te da este bello oficio”.
“¿Suerte? Sí, sumada a la inspiración”. Elogios para Viggo Mortensen.
Con Daniel Fanego ocurre cierta polaridad: gusta mucho o no gusta, pero sin dudas es un actor versátil y capaz de hacer lo que se proponga: desde el personaje más bondadoso, pasando por un conspicuo científico, un intelectual de la Sorbona, hasta una criatura de las más perversas. Cuando la semana que viene se estrene “Todos tenemos un plan”, la cartelera de cine lo tendrá ¡por triplicado! Es que esa película se sumará a “¡Atraco!” y a “Rehén de ilusiones” y, por si fuera poco, es uno de los pilares de “El especulador”, pieza teatral que se exhibe en el San Martín.
¿Se trata de una casualidad o descubrieron tus virtudes?
Sólo un tema de fechas. Creo que la suerte al igual que la inspiración aparecen cuando quieren y se van cuando a ellas se les canta. El asunto es dónde está uno cuando surgen y con qué herramientas contás cuando se van.
Cuenta Fanego que “se disfruta y se padece ser un rehén de ilusiones”. Lo dice en relación al film de Eliseo Subiela, en el que encarna a Pablo, “un escritor prestigioso, en el otoño de su vida, que se cruza con una joven ex alumna (Romina Richi), 20 años menor, con quien inicia una relación que desatará otros fantasmas en él y en la chica”, explica.
Como no podía ser de otra manera, Subiela propone escenas jugadas y Romina Richi vuelve a regalar imágenes de desnudez... Fanego subraya que no son sencillas ese tipo de secuencias, “sí son importantes la confianza y los acuerdos previos para que las escenas fluyan”, responde lacónico.
Daniel, ya van 35 años de trayectoria... ¿Satisfacción, replanteos, qué?
¿¡Quién no tiene cosas para replantearse!? Todos, creo... ¿vos no? Pero tengo claro que estoy agradecido a mi trabajo, que me permitió crecer y formarme. Yo me hice como persona en este oficio, me crié en los escenarios y en los set de cine y televisión... ¡No puede ser, 35 años desde mi debut! Me acuerdo que arranqué en la -polémica- “La lección de anatomía”. Tengo que agradecer, es una obligación, si no soy un desgraciado.
Se viene el estreno de “Todos tenemos un plan”, ¿qué rescatás de esa experiencia?
Todo, fue un viaje rodarla, una historia impactante y lo que rescato fue haberme cruzado con Viggo Mortensen, un tipo de una gran humildad, además de ser un actor fantástico. Viggo tiene mucha experiencia, una gran disposición para el trabajo y de una generosidad como pocos...
Para terminar, se reconoce estimulado y entusiasmado por subir al escenario con su hijo Manuel, el 24 de agosto, en el Cervantes, cuando repasen un texto de Patricio Zangaro. “Son los mimos que te da este bello oficio”.
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