Fue Mark Zuckerberg en “Red social”, y candidato al Oscar. Y cuenta que tiene familia en la Argentina, aunque no la conoce.
Tengo familia en la Argentina, pero yo no los conozco ni nada. Son judíos que viajaron hasta allá desde Rusia. Tengo planeado ir algún día a conocer el país”, cuenta Jesse Eisenberg apenas se entera desde qué lugar del planeta está siendo entrevistado.
El actor protagoniza Nada es lo que parece, estreno de esta semana donde interpreta a un mago que lidera un grupo de ilusionistas que planea una serie de asaltos a bancos y compañías de seguros.
“Desde chico que miro bastante magia. Pero siempre me frustraba mucho que no sabía cómo se hacía cada truco. Sin dudas, haber aprendido a hacer magia fue una de las mejores cosas de haber interpretado a este personaje. Me encanta saber cómo funcionan todas las cosas. Y una vez que te metés de lleno en el mundo de la magia y empezás a aprender muchos de sus secretos, terminás valorando muchísimo más cómo se hace cada truco. Es difícil, y además es admirable la disciplina necesaria para ser un ilusionista”, confiesa Eisenberg.
El actor necesitó una preparación especial para interpretar a Daniel Atlas, el líder de la banda Los Cuatro Jinetes. Eisenberg explica que “por lo general no se necesita mucho más de un mes de preparación para componer casi cualquier personaje. Pero componer a un mago tan exitoso es muy complicado, así que estuve entrenándome durante cuatro meses. Aprendí unos cuantos trucos de manos, pero es difícil hacerlo siempre perfecto. Pensá que acá hago de un tipo que practica sus trucos varias horas al día desde que era chiquito, así que se complica mucho y tenés que encarar al personaje desde otro lugar.” Jesse reconoce que “la magia te hace sentir como un nene. Pero estuve entrenando con magos y es interesante cómo la magia y la actuación también comparten la necesidad de ser muy disciplinados. Soy actor desde muy joven y la mayoría de los magos también comienza en la infancia. Son actividades muy parecidas. Lo más importante en la magia son las presentaciones en vivo y eso me cayó como anillo al dedo, porque tengo bastante experiencia en teatro, y ahí también tenés que sentirte cómodo presentándote frente al público.” Y revela quien fue Mark Zuckerberg, el creador de Facebook, en Red social: “Los actores y los ilusionistas ensayamos todo el tiempo. Trabajamos todos los días, hasta los fines de semana. Y tenemos que hacer las cosas un millón de veces para que nos salgan naturales. Terminan saliendo de memoria. Mientras filmaba practiqué tantas veces algunos trucos que ya los tengo incorporados. Creo que desarrollé una especie de memoria muscular”.
En Nada es lo que parece, Eisenberg le escapa al acostumbrado rol del tipo tímido y antisocial que siempre parece al borde de un ataque de pánico. “No estoy tan acostumbrado a este tipo de papeles. El director, Louis Leterrier, me pidió que tratara de ser un poco más arrogante. Igual, yo siempre trato de mostrar todo mi rango emocional en el cine. Cuando te interesa construir una carrera, siempre tratás de mostrar todo, no hacés las cosas por un único papel. Y yo tengo claro que quiero construir una carrera”, reflexiona el neoyorquino.
¿Cómo seguirá su carrera en Hollywood? Eisenberg tiene pendientes otros dos estrenos este año. Ya filmó Night Moves, sobre un grupo de ‘ecoterroristas’, con la cineasta Kelly Reichardt y también la comedia The Double, dirigida por el británico Richard Ayoade (el nerd de la serie The I.T. Crowd). Además, Jesse volverá a hablar a toda velocidad con su característica voz para interpretar al pajarraco Blu en la secuela Río 2, a estrenarse días antes del Mundial de Brasil. Pero Jesse quiere tomarse las cosas con calma. El actor cierra contando que “hace un par de semanas terminé de presentar, acá en Nueva York, una obra de teatro que escribí y protagonicé. Tengo más proyectos para cine, pero todavía no cerré nada. Por ahora tengo ganas de descansar un poco y volver con la obra”.
Clarin.com
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