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Julieta Zylberberg y Esteban Lamothe casados en la vida real y amantes en “Farsantes”.

Nunca trabajaron juntos pero este año se les dio por partida doble, porque además filmaron “El 5 de Talleres”.

                 





Cada uno tiene flor de carrerón, lo que no significa que sean súper conocidos. Más bien se guardan, son caseros, prefieren una partida de buraco a un evento para figurar. Son actores que no tienen nada que ver con los flashes del oficio. Ella es más televisiva aunque incursiona en cine y en teatro; él es más de cine independiente, despegó con “El estudiante”. Ambos cuentan con un gran presente y un futuro auspicioso, porque son intérpretes con un sello fuerte, distinto.
Se trata de Julieta Zylberberg y Esteban Lamothe, que por primera vez coinciden en el mismo programa: “Farsantes”, donde encarnan a Sonia y Antonio, amantes con vaivenes. No tendría nada de extraño este encuentro si no fuera porque Julieta y Esteban son un matrimonio en la vida real, y flamantes padres de Luis Ernesto. .
Dueños de un perfil bajo por convicción, no por esnobismo, no suelen dar entrevistas juntos y menos contar cuestiones que atañen a su vida privada, pero la onda de Julieta y de Esteban, más su autenticidad, invitan a una charla sin contracturas.
Casi al unísono cuentan que cumplieron el bautismo de compartir un trabajo “pero no tanto”. ¿Cómo? “Es que antes de arrancar con ‘Farsantes’, filmamos una película que se llama ‘El 5 de Talleres’, de Adrián Biniez. Justo en el medio del rodaje, llegó la propuesta de la tele”, hace saber Lamothe, de 36 años. “La verdad es que resultaba una rareza no habernos cruzado antes en todos estos años”, acota Zylberberg, de 30. “Cine y tele resultaron una experiencia muy intensa, más con un bebé, porque cuesta organizarse. Hay que ir paso a paso, cada día terminado es un día ganado”, concuerdan.
¿Aceptaron hacer “Farsantes” de una, o dudaron por el pequeño Luis? ¿Qué les pareció la propuesta? J.Z./E.L.: No dudamos en aceptar porque la verdad es que estaba bueno para los dos. Por supuesto que nos procuramos una persona para que nos ayude, hicimos un esquema diario de organización y pedidos constantes para que nos acomoden los horarios de grabación, porque Luis es chiquito. No daba decir que no, el trabajo merecía este esfuerzo.
¿Cómo se sienten grabando juntos? ¿Más cómodos o todo lo contrario? Por lo menos, están más tranquilos a la hora de los besos...
J.Z.: Yo me siento muy bien actuando con Esteban. Siento admiración por él como actor, y nos entendemos, complementamos y divertimos en las escenas. Cuando actuamos somos actores profesionales, nos olvidamos de nuestra cotidianidad, pero contamos con el conocimiento y la confianza. ¿Los besos? Los besos son de lengua, obvio...
E.L.: (Se sonroja) Yo también me siento cómodo actuando con Juli, me olvido que es mi pareja. Cuando estamos ahí, ella es una mujer y una actriz antes que la mamá de Luis, entonces está bueno… Y obvio que a la hora del apriete es mucho mas fácil meter mano y hacer las escenas más subiditas de tono. Estando la patrona hay que aprovechar por un lado, para no dar explicaciones.
Casi al pasar, con naturalidad y sin tener que soportar estoicamente consultas sobre su vida privada, Julieta desliza el inicio de todo: “Con Esteban nos conocimos en 2007, mientras ensayábamos una obra en el Instituto Goethe, dirigida por Mariana Chaud. Y ahí fue, flechamos y no nos despegamos más”. Y sigue como quien no quiere la cosa: “Es gracioso ensayar escenas de noviazgo con él. Me encanta como actor y nos llevamos muy bien trabajando. Somos muy compañeros. Leemos los guiones juntos, pasamos letra. Todo eso para mí es súper capitalizable. El nuestro es un trabajo de equipo total en un momento muy particular, porque estamos descubriéndonos como padres”.
¿Cómo son Sonia y Antonio, sus personajes en “Farsantes? J.Z.: A Sonia le gustan mucho los tipos, y coger ni te cuento, pero también quiere protección y busca un amor serio. Es un personaje necesitado de plata y de afecto. Con Antonio tienen un pasado juntos pero es el novio de su amiga Gabriela (Griselda Siciliani). Le parece una porquería él pero, también, se siente atraída. Es un tire y afloje y un amor-odio insoportables. Sonia pivotea con Marcos (el personaje de Alfredo Casero) y con Antonio, pero de alguna manera a Antonio lo tiene prohibido...
E.L.: Antonio es un chabón de barrio, al ser el antagonista o la contrafigura, lo que a mí me interesaba era que no sea decididamente malo ni que no sea obsesivo como suelen ser las contrafiguras. Quería que fuera un pibe que, más allá de que sea un chanta, sea encantador, y que Gabriela dude, porque Antonio no es sólo malo y boludo, también es copado y entrador. Por suerte, los autores Carolina Aguirre y Mario Segade piensan lo mismo y me hicieron así.
¿Cada noche están frente a la tele esperando verse, o no están tan pendientes? J.Z.: Estamos medio a full con el niño, porque su fuerte no es el sueño así que la noche es todo un sinfín de rituales para ver si se relaja y se duerme unas horitas. Si llegamos vivos a las 23, vemos el programa, of course.
E.L.: Veo muy poco “Farsantes”, pero las veces que lo vi me alcanzó para darme cuenta de la calidad enorme que tiene. La verdad es que resulta un placer poder ser parte de un programa con tanta calidad actoral y autoral. Y me parece que es bueno que la gente vea ficción y encuentre respuestas ahí y se identifique y se sienta parte de ese mundo.
Ya en tren de confidencias, Julieta dice que aprovecha los huequitos libres para mover un poco el esqueleto: “Me enganché con correr y, de a ratos, busco relax con el Candy Crush. También me copo con tejer y no pierdo las ganas de “cafetear” con amigas”. En materia laboral, afirma que está esperando con entusiasmo el rodaje de “Mi amiga del parque”, de su querida Ana Katz.
Esteban, por su parte, es otro de los actores embelesados con el boxeo. Pero aclara: “No soy boxeador, sí sé de teoría, de peleas, de historia... Desde chiquito miraba las peleas con mi abuelo Bonifacio y nunca mas paré. Para mí el box significa muchas cosas, que van más allá de ver a dos personas tratando de conectarse golpes. ¿Laburo? Estoy ansioso esperando dos estrenos de cine: ‘El cerrajero’, de Natalia Smirnoff y ‘El 5 de Talleres’”.
Así son Julieta y Esteban, sencillos, para nada divos y tan interesantes en la ficción como agradables afuera del set.

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