Hot!

Norman Reedus: "Un hombre no debería hacerse cirugía estética a menos que tenga la nariz como un pepino"

La revista GQ entrevisto a Norman Reedus donde hablo de todo.

Norman Reedus aparece en su moto en un restaurante en medio del campo, en Atlanta, no muy lejos de donde vive mientras rueda 'TheWalking Dead'. 
Ya sin casco, casi ni parece que lleve un tinte de pelo distinto al de su personaje en la serie, Daryl Dixon. "Estoy tan cansado", suspira. "Esta mañana hemos terminado a las 8:30 h". Comenta que ha pasado la noche entera "corriendo por salvar mi vida… acechando y corriendo", aunque también ha dedicado un momento a compartir en Instagram una foto de la luna llena sobre el bosque en la noche de Georgia.
A menudo cuando hablas con actores de series de televisión de éxito, puedes darte cuenta de que, por mucho que aprecien el éxito, se sienten atrapados por él. Sin embargo Reedus rebosa una sensación deliberación, como si esta experiencia se hubiese convertido exactamente en lo que necesitaba para revitalizar no solo su carrera sino también su vida. En cuanto a la próxima temporada, está emocionado pero también se muestra discreto, como exige el protocolo. "Uno de los mejores aspectos de esta serie es que sigue adelante constantemente y siempre evoluciona a algo más", explica.
Eso sí, aquellos espectadores enganchados a la casi pornográfica exhibición de primeros y originales planos de homicidios de zombis de 'The Walking Dead' que no esperen un respiro a corto plazo: "Te sorprenderán las maneras tan creativas que han seguido inventando los guionistas y que no se han visto hasta ahora. Hay cosas nuevas que a mí jamás se me hubiesen ocurrido. Todo es bastante bestia".
Entre los todavía vivos, el taciturno con problemas y arquero con ballesta Dixon se ha convertido en el personaje más seductor de la serie. Reedus mencionó una vez que intentó hacer el papel de Dixon como si fuese virgen, pero ahora ha cambiado de opinión:"Ya no sé si es virgen, lo que sí sé es que definitivamente es alguien que no tiene ningún rollo".
En una fiesta tras la primera temporada, se encontró por casualidad con el creador de esa temporada, el guionista Frank Darabont. "Él me dijo: 'He tenido una idea para Daryl. Es gay. ¿Estarías interesado en ello?'. Y yo dije: 'Continúa'. Así que él siguió: 'Bueno, es un gay que no ha salido del armario. Por ejemplo, le verás mirando a otros miembros del mismo género, pero si se lo mencionas, simplemente te apuñalará y dirá '¡qué demonios!'. Nunca lo admitirá'. Estaba dispuesto, dije: 'Van a volar cabezas.
Pero no ocurrió, o no fue en la siguiente temporada; Darabont fue despedido. "Pero no tuvo nada que ver con eso", me asegura Reedus. Así que se quedó para encontrar su propio camino.
Norman Reedus GQ

GQ: ¿Cuál dirías que ha sido la mejor época de tu vida?

NORMAN REEDUS.: Probablemente esta, por muy triste que sea decirlo. A mis 45 años, tengo una seguridad y una serenidad que no tenía cuando era más joven. Te sientes bien por dentro y estás bien por fuera. Tengo algunas pequeñas canas en la barbilla, pero en cierto modo me gustan. Y en general siento que tengo una buena vida, y lo mejor, que estoy disfrutándola. Con 20 años puedes tener muy buen aspecto pero sentirte fatal. Y yo ahora estoy feliz.
GQ: ¿Qué hiciste mal en tus 20?

N. R.: En mis 20 peleaba sin más. Creo que tenía bastante asumido que no le gustaba a la gente, así que actuaba como "¿me odias? Yo te odié primero". Estaba muy metido en la música punk-rock entonces, así que en cierto modo iba con ello.
GQ: Bueno, ¿y qué hiciste bien? 

N. R.: Retomé la relación con mi padre. Eso fue algo bueno. Y tuve un gato.
GQ: ¿Cuál ha sido la etapa más estresante de tu vida?N. R.: No volvería al instituto; ya sabes, todo ese rollo. 
GQ: ¿Y el momento más tranquilo? 

N. R.: Mis 20 fueron desde luego una época libre de preocupaciones, pero en el peor sentido. Ahora tengo un buen equilibrio entre un trabajo y un estilo de vida saludable, lo cual es bastante agradable. Llegas a un punto en el que no te importa nada qué gente piensa en ti y te preocupas de ti mismo. Así que, ¿tranquilo en un buen sentido? Ahora.
GQ: ¿Cuándo te sentiste adulto por primera vez?

N. R.: ¡Vaya hombre! Probablemente en los últimos años. Si te soy sincero, mi vida cambió mucho con este trabajo. Empecé a cuidarme, a levantarme pronto por la mañana y a disfrutar de verdad de ir a trabajar. La relación con mis amigos y mi familia mejoró. Creo que antes mi actitud era distinta. Llevaba un estilo de vida más egocéntrico, creo. Fue mucho menos egoísta cuando llegué aquí y empecé a apreciar más lo que estaba haciendo. Fue un cambio muy necesitado que llegó de la nada.
GQ: Cuando eras pequeño, ¿a quién querías parecerte? 

N. R.: A Jacques Cousteau. Quería ser biólogo marino, vestir a rayas horizontales y vivir en el mar.
GQ: ¿Tienes muchas cicatrices? N. R.: Tengo una cuenca del ojo de titanio y cuatro tornillos en la nariz por un accidente de coche en Berlín. Tengo cicatrices en las rodillas; tengo cicatrices por todo el cuerpo. Soy un poco pupas. He tenido el ojo amoratado de verdad cinco veces en esta serie. Soy una de esas personas que siempre está físicamente herida. (Señala una marca decolorada en el interior de su brazo izquierdo). Esto se me hinchó como una ciruela gigante hace un par de días –y tenían que cubrirlo constantemente con suciedad. Estaba jugando con un arco –se parece al de Batman, es una locura–, pero la distancia entre la muesca de la flecha y el puño es como una pulgada más larga y me golpeó aquí mismo. Me dolió muchísimo.
GQ: ¿Y sigues algún hábito saludable? N. R.: Bueno, últimamente me he hecho fan de los zumos; ha sido un gran paso. Empecé jugando con la batidora, me gusta como suena. Hago zumos de verduras, frutas, remolacha, zanahorias, cualquier cosa que pueda meter en ese cacharro.También dejé de comer pan y de beber… quiero decir, a hacerlo con moderación. Y mudarme al campo ha sido algo bueno.
GQ: ¿Cuándo fuiste más ambicioso?
N. R.: 
Probablemente ahora. Soy una flor tardía en todo esto. Me he distanciado de muchas malas influencias, y ahora estoy contento. Estoy en paz conmigo mismo y con lo que hago y con la gente que me rodea, así que creo que ahora mismo es cuando soy más ambicioso.
GQ: ¿Podrías decir que te has convertido en el hombre que querías ser?
N. R.: 
Creo que estoy en el camino. Estoy bastante contento con cómo están yendo las cosas ahora mismo. En el último par de años he pasado de ser una persona muy pesimista a una muy optimista, lo cual es muy extraño. No es ni siquiera el éxito de la serie. Creo que es el cambio de forma de vida, de verdad. Voy en moto al rodaje todas las mañanas atravesando el bosque por esas carreteras comarcales con vacas y el sol saliendo o poniéndose; es fantástico, ¿no crees? El camino al trabajo es tan genial como el propio trabajo. Creo que descubrir eso, posiblemente, me haya abierto los ojos en un montón de sentidos.
GQ: ¿Qué hiciste cuando eras más joven que te haya ayudado ahora?
N. R.: 
Solía pasar mucho tiempo al aire libre. Tenía algo así como una actitud de explorador, y eso me ha ayudado a seguir viendo las cosas con curiosidad.
GQ: ¿Qué excesos juveniles no merecieron la pena a largo plazo?
N. R.: 
Tuve algunos malos cortes de pelo. Quizá mucha azúcar tampoco fuese tan bueno. Aunque en realidad era más destructivo psicológicamente, era más de: "Esto es una mierda, todo es una mierda".

GQ: Y, según te hiciste mayor, ¿te volviste más como tu padre o menos?
N. R.:
 Veo parecidos de los que no me daba cuenta cuando era joven, pero no sé… Nos parecemos en pequeñas rarezas, pero si te soy sincero no sé si en conjunto somos tan parecidos. Quiero decir, hay gente que me dice: "Eres como tu padre", pero en realidad no lo veo así.
GQ: ¿Crees que los hombres deberían hacerse la cirugía plástica o no?
N. R.:
 Oh, creo que no, a no ser que tengan algo así como un pepino por nariz.No soy muy fan de la cirugía plástica. Porque parece que, efectivamente, te has hecho cirugía plástica.
GQ: ¿Hay algo que desearías no haber llevado nunca?
N. R.:
 Podría decir las zapas Vans de cuadros, pero creo que ahora vuelven a llevarse. Y una vez me regalaron una cadena de oro que me pareció bastante chula.
GQ: Según te hagas mayor, ¿preferirías engordar o ser calvo?
N. R.: 
Algunas personas calvas tienen muy buen aspecto, pero voy a decir engordar.
GQ: ¿Cómo te imaginas con 70 años?
N. R.:
 Quizá en un lugar en paz, con una vida tranquila, lejos del estrés del trabajo, o algo así. Podría ser algo tipo Montauk, o podría ser Costa Rica, podrían ser muchos sitios. Me gustaría que tuviese mar.Megustaría estar rodeado de árboles, con silencio, sin mucha gente alrededor y tener algunos animales y un sombrero de paja. Y, ya sabes, quizá un mono en mi hombro. Leyendo o caminando o simplemente sonriendo y sintiendo la brisa. No me asusta la jubilación; de hecho la jubilación suena genial.
Norman Reedus GQ

GQ: ¿Cómo cambia el amor según te haces mayor?
N. R.:
 ¡Toma! Quizá hay menos lujuria, pero más cariño. Soy de ese tipo de tíos que siempre decía: "Hola, ¿cómo te llamas? Oh, llevas cinco minutos hablando conmigo… Salgamos juntos tres años". Y no era tanto que saliese en busca de alguien, porque de alguna manera ellas venían a mí primero. Ahora es distinto. No me precipito con las cosas.
GQ: ¿Y cómo cambia el sexo?
N. R.: 
En algunos aspectos lo hace y en otros no. Sin duda te tomas más tiempo según te vas haciendo mayor. Eres más selectivo. Ya sabes, hubo algunas veces a mis veintitantos en que me desperté con quien deseé no haberme acostado. Creo que ahora es más importante. Y la conversación de después dura mucho más, eso seguro.
GQ: ¿Qué consejo le darías a alguien que quiera una vida como la tuya?
N. R.:
 Ir más despacio. Tienes que bajar el ritmo y prestar atención. Solía hacerlo cuando era pequeño. Durante mis años de secundaria tenía dos dados verdes, me levantaba y los tiraba. Si salía un 7, sería un día perfecto, no tendría que hacer nada. Si salía un 11, tenía que bajar el ritmo y prestar atención. Si salía un 2, simplemente me volvía a la cama. Era lo primero que hacía por la mañana. "¿Cómo va a ir el día?". Así de estúpido.
GQ: La última: ¿el mejor consejo que te han dado sobre hacerse mayor?
N. R.:
 No arrepentirse. Creo que alguien me dijo una vez que la culpabilidad es una emoción desperdiciada.

0 coment�rios:

Publicar un comentario