La amistad es uno de los vínculos más relacionados con la identidad nacional. Los amigos son tan venerados en la vida real que toda las ficciones recuperan esta relación en la vida virtual.
No obstante, el vínculo entre dos hermanos elegidos fue citado hasta el hartazgo en comedias, novelas y unitarios por el gran verosímil de ese lazo y porque para los autores siempre sirve tener a mano un buen consejero, aliado e incondicional del protagonista.
La ficción actual no es ajena a esta ligazón ente dos y propone varios duetos de amigos del alma, que se adoran, se pelean, se cuidan y se hacen reproches a más no poder.
Los únicos– María (Griselda Siciliani) y Rubén (Nicolás Vázquez): Esta dupla es paradigmática porque no siempre se recrean amistades entre hombres y mujeres. Pero la de ellos es viable, porque sólo se quieren como amigos, han instaurado la frase “me das mucha lástima” y se entienden por la torpeza y la inocencia que los une.
*Un año para recordar- Ana (Carla Peterson) y Mica (Eleonora Wexler): Son amigas de la primera hora. La segunda confidente acérrima de la primera, algunas veces celosa de su protagonismo , pero incondicional como pocas. Juntas han “luchado” contra todo un resto, demostrando que la amistad mueve montañas.
El elegido- Andrés (Pablo Echarri) y Octavio (Ludovico Di Santo): En un mundo frío como el de los abogados, no hay demasiado lugar para la amistad, pero en medio de este “negro”, pueden hallarse algunos grises como el vínculo que une a estos dos profesionales del derecho que, si bien no tienen, una relación absolutamente cariñosa, están para ayudarse, consolarse y cuidarse las espaldas.
* Herederos de una venganza- Lucas (Marco Antonio Caponi) y Miguel (Victorio D´Alessandro): Desde el primer capítulo demostraron ser los más amigos de la novela, los que se quieren como hermanos, son capaces de agarrarse a piñas con todos para defenderse, admirarse y estar juntos en las buenas y las malas.
El puntero - “El Gitano” (Julio Chávez) – Levante (Luís Luque): El segundo dijo en el inicio que era “capaz de dar la vida por su amigo”, y así lo viene demostrando. El primero le comparte su familia, el segundo protege a su hija, se pasan el día juntos, se gritan, lloran y se abrazan. Se quieren más que lo quieren a sus propias familias.
La amistad vive y late en la televisión. Tan importante en la vida como en la ficción.
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