La actriz acudió ayer a un estreno en Nueva York luciendo un rostro extremadamente huesudo y una figura diminuta


Las últimas semanas han sido complicadas para Demi Moore. La actriz, en medio de una lluvia de rumores sobre su posible divorcio de su marido, el actor Ashton Kutcher, se ha mantenido lo mÔs alejada posible de las cÔmaras.
No obstante, ayer tuvo que atender a sus compromisos y asistió al estreno de la pelĆcula «Margin Call» en Nueva York. Pero lo que llamó la atención no fue si acudĆa acopaƱada o sin anillo de casada (lo hizo sola y con la alianza), sino su llamativa delgadez.
La actriz, que estĆ” considerada una de las mujeres mĆ”s sexy de Hollywood optó por un bonito vestido rojo estampado de silueta lĆ”piz que no lograba disimular su alarmante pĆ©rdida de peso. Sin apenas cadera y con una mĆnima cintura, Moore sonreĆa a los fotógrafos pero su huesudo rostro apenas recordaba el brillo de uno de los bellezones de la industria del cine.
Una nueva silueta en la que reparan hoy medios de comunicación de todo el mundo, como el Daily Mail britĆ”nico, que se refiere a ella como «diminuta», habla de sus brazos que son «solo nervios» y de sus «prominentes clavĆculas».
Moore, casada desde 2005 con Kutcher, se ha convertido en los Ćŗltimos aƱos en un icono de la mujer moderna. Con una sólida carrera profesinal a sus espaldas, no le importó lo que pensara el mundo al enamorarse de un hombre 15 aƱos menos que ella, y ademĆ”s, se ha convertido en un referente de estilo y belleza a sus 48 aƱos. No obstante, en los Ćŗltimos tiempos, Moore ha perdido las curvas que le caracterizaban, y con ellas, lamentablemente parece que tambiĆ©n una chispa de alegrĆa.
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