Soy un buen escuchador”, dice Dady Brieva.
Y si algo le faltaba para demostrar que también sabe preguntar, fueron los dos especiales de Sábado show (sábados a las 20.30, por El Trece) en los que ofició no de terapeuta sino de muy buen entrevistador. Quiso intimidades, y las tuvo; lágrimas y sonrisas, también.
Primero encaró la “Terapia del jurado” (de ShowMatch ) con Carmen Barbieri, Moria Casán, Marcelo Polino, Flavio Mendoza y Aníbal Pachano. Luego fue el turno de una de las parejas más mediáticas del momento: la modelo Paula Chaves y el productor Pedro Alfonso, ambos participantes de “Bailando por un sueño” . Pero Dady no siguió. Lo suyo, aclara, no es un segmento fijo del programa. “Yo puedo estar un día en lo de Susana Giménez y al día siguiente en un programa de Ideas del Sur, en cambio si tuviera exclusividad tendría que limitarme, y en principio no quiero”, explica. La otra condición es que le interese mucho el entrevistado. Y ahora va nada menos que por “el dueño del circo”: Marcelo Tinelli.
“Este no es un rol nuevo para mí -cuenta el actor, que actualmente gira por el país con sus monólogos en Dadyman -. Yo me reúno con mis amigos cada tanto, en comidas que son cerradas, casi de logia, en un stud de Palermo. Ellos son gente muy rica en experiencias de vida, y me encanta lograr que las saquen, que las cuenten. Los hombres de mi generación están acostumbrados a no abrir el corazón, a pensar que decir te quiero te debilita. Entonces yo saco temas para que todos contemos algo íntimo. Eso es lo que me enriquece, y lo que diferencia esos encuentros de un asado con los compañeros del secundario”.
Brieva reconoce tener otra herramienta en su haber: muchos años de análisis “con todas las corrientes que se te ocurran”. Si del otro lado le proponen un personaje, “te presiono para tratar de ver hasta dónde lo podés sostener”, comenta. Pero, por sobre todas las cosas, dice apelar a ese “saber escuchar” y a algo muy sencillo: la curiosidad. “Cuando te parás ahí, es difícil fallar”, amplía, para recordar la entrevista que le hizo a la presidenta Cristina Kirchner en marzo de 2008, para su programa en radio Mitre. “No le iba a hablar de economía -cuenta-, entonces empecé a preguntar, como padre de hijos adolescentes, cómo era ella como madre de una adolescente. Y salieron lindas cosas”.
No obstante los recursos, reconoce que el desafío no fue fácil en el caso del jurado deShowMatch , “gente que cuenta tanto de su vida privada que hasta parece que cagan con la puerta abierta”. “Pero me dije: en algún punto deben tener un lado flaco, una falta de afecto, un amor no correspondido. Como todos o más que todos -analiza-, porque son personas que han puesto su corazón y su cabeza en el trabajo, y les ha costado tener una continuidad afectiva. Entonces escarbo y trato de ver qué encuentro por ahí”.
Clarin
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