Los protagonistas de “El Gato con botas”. Vinieron a la Argentina a presentar el filme que se estrena el 8 de diciembre. Hablaron con “Clarín” sobre cómo fue trabajar juntos pero separados, y de lo bueno que es tener una película con héroes latinos.
La química no se puede trabajar. Es imposible” dice Salma Hayek acurrucada en un comodísimo sillón del Hotel Alvear mientras juega con sus pies descalzos. No parece difícil sentir química con ella. Pero a nadie parece resultarle más sencillo que a Antonio Banderas, protagonista de El Gato con botas , quien sentado a su lado termina muchas de las frases que ella empieza. La película se estrena el 8 de diciembre en una versión doblada al castellano con las voces originales de las dos estrellas que tan bien parecen complementarse.
“Ella tiene una explicación muy interesante relacionada con nuestra química”, aclara Banderas. Y desarrolla: “Nos conocemos desde hace mucho y ella dice que sentía el fantasma de mi voz en su cabeza mientras actuaba”.
Salma lo confirma. “Yo siempre lo tuve a él en la cabeza. Y pensaba en decir algunas cosas para que después él las pueda utilizar con su voz y hacer algún chiste con eso”, cuenta. Y agrega: “Además, peleamos muy bien. La comedia es una cuestión de ritmos. Y sentir cuál es el ritmo del otro ayuda mucho”.
La chispa no debería ser un problema para dos estrellas que se conocen hace tiempo. Juntos filmaron La balada del pistolero, Cuatro habitaciones, Frida, Erase una vez en México y Miniespías 3D, pero esta vez fue distinto. “Hicimos una única sesión de voces juntos, nada más” explica Banderas. “En Shrek nunca tuve la suerte de compartir la grabación con otro personaje. Me enteré de que se hizo una excepción en la tercera parte con Julie Andrews, que pidió trabajar con John Cleese, pero nunca más”, recuerda.
“Hablás siempre sola y además no te dejan escuchar nada de lo que hace el otro...”, se queja Hayek. “Confieso que yo sí escuchaba lo que habías hecho”, interrumpe Banderas. Y entre carcajadas hace la voz del Gato con botas: “Ah, así que por ahí quiere ir la gatita”. “Mirá lo que me entero ahora. Yo lo hice primero y no tenía nada que escuchar”, bromea Salma.
Banderas se pone serio y explica por qué pidió grabar con ella. “Les dije al director y al productor que era la mejor manera de improvisar. Es injusto hacerlo por separado porque el primero somete al otro a trabajar con su improvisación. Fue muy productivo juntarnos y hay mucho de eso que quedó en la película”, dice.
“Es interesante que después de haber trabajado juntos cinco veces, recién ahora es la primera vez que pudimos trabajar los dos juntos hablando en nuestro idioma. Y fue para las partes del doblaje”, reflexiona Hayek. La actriz celebra el éxito de una película llena de condimentos latinos: “Creo que se va a notar un cambio con el buen resultado que tuvo la película en el mercado”.
“Rompimos el record en el fin de semana de Halloween, que no es muy tradicional para películas con chicos cuando muchos salen a pedir dulces en lugar de ir al cine. Y además tuvimos la menor caída de una primera semana a la segunda para una película grande”, precisa Banderas. Salma analiza aliviada que “a Hollywood lo único que le interesa es el dinero y, cuando algo así funciona bien, mejora todo”.
Banderas se entusiasma al hablar de los Indignados, movimiento que –como él- tuvo su traslado estelar desde España hacia los Estados Unidos. El actor declara con pasión: “En el mundo civilizado nos estamos dando cuenta de que no estamos siendo gobernados por aquéllos a quienes votamos. Están pidiendo que le devuelvan la democracia al pueblo, algo implícito en la propia palabra. Estamos gobernados por mercados, por lobbies, por agencias de clasificación...”.
“Por los bancos”, opina Hayek. Y Banderas continúa: “Estamos viviendo en una época donde los mercados reciben el dinero de los contribuyentes... Y no solamente el señor Obama, sino también Bush aportó U$S 700 mil millones para salvar la economía privada americana. Y no han abierto los créditos si no que les siguen dando bonos anuales de 100 millones de dólares a determinados personajes. Nos dicen que les importa un pito lo que pensamos y que ellos tienen el control. Entonces está totalmente justificado cuando los Indignados salen a la calle. Tienen todo mi apoyo. Tienen razón y es una protesta absolutamente legítima.” Banderas siente propia la crisis europea y se nota que, por más que lo interrumpan, le encantaría hablar una hora entera del tema. El actor presagia: “No hemos tocado el fondo de la crisis. Nos vamos a pegar un golpazo. El gran huracán está en Europa. La economía latinoamericana está creciendo. China y los mercados asiáticos, también. La crisis es europea. Y es una crisis política por la falta de liderazgo necesaria para salir de esta situación... Está muy jodido.”
Clarin
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