Eugenia Suarez "No me pongan en lugares inmaculados"

Eugenia Suarez. La China.









La chica más buscada en la presentación de la segunda temporada de Los Unicos (miércoles 21.45, en El Trece). “¿Por?”, pregunta el que vive en un refugio nuclear cerrado hasta el 2546. Entonces, después de que un ejército de grabadores la acorrala, sólo queda, como siempre, la entrada amable.
—¿Qué hacemos con “la” pregunta? 
—Es obvio que me van a preguntar. Mi respuesta va a ser siempre la misma: “Estoy separada (N. de R.: de Ignacio Viale), estoy en un proceso”. Sé que a mí siempre se me va a juzgar más, porque estoy del otro lado de la pantalla. Y está perfecto, ése es tu trabajo. Entiendo el medio. Aparte, en este tema nunca fueron injustos conmigo. La verdad es que no vi mucho la televisión ni las revistas en estos días. Nacho y yo sabemos por qué lo hicimos. Y yo ahora estoy procesando eso. —¿Lo hacés eso de verte, de buscarte en los medios?—No, para nada. ¿Sabés qué me pasa a mí? Siempre fui muy inconsciente con todo lo que me pasa. Digo: cuando estaba con Casi ángeles, bajábamos de un escenario donde había una cantidad gigante de personas viéndote, pero volvía a casa y era una más, la misma persona de siempre. Entiendo que es un trabajo, es algo efímero y, sinceramente, odio la fama. Odio ser famosa. No me molesta el reconocimiento, que la gente te salude, me molesta que se me ponga en un lugar, no sé, casi inmaculado. De si hacés esto o lo otro. Soy una más. La foto comprando ropa no me jode, entiendo el juego. Hay gente que busca actuar y gente que busca ser famosa. Yo quiero actuar. Siempre. 
—Cuando pasa algo como con Juanita Viale, ¿cómo tomás ese “entender el juego”?
—La verdad es que nunca me pasó. Me está pasando recién ahora y mi respuesta fue con relajamiento. Yo hago mi vida. Si mis amigas me dicen: “Te están matando en tal programa”, no lo veo.
—¿Podés?—Sí, puedo. Nunca me importó lo que se dijo de mí. Incluso desde que estaba en el colegio. En el colegio también hay puterío, qué dijo éste, qué dijo aquél, es un buen entrenamiento. A mí me embolaba y me embola. Que no me digan nada: yo decía: “Chau, chicas, me voy a jugar al fútbol”. No soy enroscada, no me gusta que me juzguen. A la gente que le molesta que la juzguen por lo que hace es la gente insegura.
—¿Inseguridades como mujer? 
—Sí, claro. No sé si quiero modificarme en eso. Qué sé yo. Soy así. Soy muy tímida, antes de subir al escenario me transpiran muchísimo las manos, me duele la panza. No me mato en el gimnasio, pero tengo inseguridades con mi cuerpo. Pero no me pasó de tener envidia, de pensarme más allá que nadie. Entiendo bien mi lugar. 
—No tuviste una adolescencia, digamos, normal. ¿Te daría miedo volver a la normalidad?
—Pasa que si estuviera volviendo estaría dejando de hacer lo que más me gusta. Siempre agradezco poder seguir haciendo esto. De ninguna manera pienso que voy a hacer esto toda la vida por derecho divino. No me relajo. Siempre me tengo que esforzar para seguir.—¿Cómo estás en El Trece?—Hoy me siento feliz. Lo de Cris (Morena) estuvo buenísimo, fue un crecimiento. Yo cuando siento que cerré una etapa, que ya no soy feliz en un lugar, me voy. No soy miedosa, me fui de Casi ángeles sin saber que iba a estar en Los Unicos. Me fui y ya está. —¿Le darías a un hijo la misma vida que tuviste vos?—Lo que quiero hacer con mi hijo, que no lo hicieron conmigo, es llevarlo a estudiar lo que quiera para que después pueda elegir. A mí nunca me dieron bola porque pensaban que no me iba a ir bien en esto.

Diario Perfil