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Elena Roger “Sigo siendo la piba de Barracas, ahora con más responsabilidad

En una cálida charla con La Razón, desde Nueva York, Elena Roger cuenta sus sensaciones en vísperas al estreno, esta noche, de “Evita”.

                             “Sigo siendo la piba de Barracas, ahora con más responsabilidad”




 “Son momentos increíbles, pero sé que no duran para toda la vida”, afirma.
La excitación y los nervios la carcomen. Dice que hace yoga y expresión corporal para bajar los decibeles, pero no surten efecto. Desde su departamento del barrio Chelsea de Nueva York, Elena Roger habla con La Razón sobre “Evita”, que estrena esta noche en la Gran Manzana, junto a Ricky Martin. Con la idea de correrse del eje, arranca: “Me gusta Nueva York y me gustará más cuando pueda empezar a salir un poco, porque hasta ahora estuvimos ensayando y haciendo funciones extraoficiales todos los días”. Preámbulo que sirve para aflojar y que invita a un lindo intercambio a la distancia.

En estos momentos de tanta emoción y adrenalina, ¿aparece aquella piba de Barracas? 
_La piba de Barracas nunca se va, nunca se fue. Siempre aparecen recuerdos de toda mi vida todo el tiempo, sobre todo cuando estoy sola pensando y pensando. En estos momentos agradezco lo afortunada que soy de vivir estas experiencias y en todo lo que le contaré a mis queridos cuando los vea.

Hace tiempo que estás aficanda en Broadway. Deben invadirte muchos recuerdos...
_Mi cabeza no para y mi memoria se vuelve más fina cuando estoy lejos, ¡son tantos pensamientos y recuerdos...! Nada en particular, sólo van y vienen de atrás para adelante aunque también dejan lugar para el futuro y, sobre todo, para lo más importante: el presente. 

Hiciste de todo últimamente, y a lo grande, pero no hace tanto estabas haciendo “Mina che cosa sei” y te contrataban para cantar en forma privada. Decías que era para ganar unos mangos más. ¿Podés creer que tu vida es la misma? 
_Sí, claro, es la misma vida que se va modificando y evolucionando con el paso del tiempo. Shows privados sigo haciendo cuando puedo y no estoy ocupada con el teatro. Estos momentos parecerían modificarte la vida pero en realidad sigo siendo la misma nada más que con más responsabilidades. Además estos momentos tampoco duran para toda la vida. Ojalá pueda seguir cambiando y evolucionando.

¿Qué diferencias hay en esta previa, en Broadway, respecto de lo vivido en Londres? 
_En Londres era tan pero tan inconsciente de todo... Las previas fueron menos adrenalínicas y tenía que pensar mucho en lo que hacía en el escenario. Esta vez la memoria muscular trabajó mejor y por suerte me dio un poco de respiro. Disfruto cada momento con un poco más de tranquilidad.

¿Y comparado con Buenos Aires, cuando hiciste “Piaf”? 
_También. “Piaf” era una obra que ya había hecho y estaba segura de lo que se había creado. No sabía si gustaría pero yo me sentía convencida. La calidad era muy buena, estaba muy bien acompañada y a Buenos Aires había ido el mismo equipo creativo así que se parecía mucho a lo hecho en Londres.

Tanto glamour, críticas muy buenas, estar junto a Ricky Martin, Manhattan... ¿Tenés posibilidades de paladear el trabajo, este súper momento? _Disfruto lo que hago y mucho. Las funciones de “Evita” que hicimos hasta ahora fueron tan hermosas, hubo tanta buena energía en escena y una química entre Ricky y yo, que el espíritu se eleva y me deja en un nivel de felicidad supremo.

¿Y después, qué? Hasta dónde pensás llegar? 
_¿¡Llegar!? A ningún lado y a todos. No hay que saber adónde llegar, hay que jugar a la vida y relajarse.

Encarnaste a Piaf y a Evita, pedazos de mujeres...¿Alguna preferencia? En este papel, ¿te hiciste peronista? 
_¿Peronista? No, pero simpatizo con algunas ideas y hechos; y hay cuestiones a las que no adhiero. Imposible preferir más a una que a otra, no quiero que las chicas se pongan celosas (ríe). Piaf y Evita tuvieron garra y determinación; admirables, y vivieron cosas muy duras antes de llegar a su esplendor, que tampoco les duró tanto.
 

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