Este envío se centra en la preocupación del grupo de pacientes por Inés. Por otro lado, Esteban se enfrenta a Fabián, el personaje de Gonzalo Heredia.
Ricardo (Mirás) y Julieta (Krum) deciden ir por su cuenta a la casa de Inés. En principio no hallan claros indicios del porqué de su repentina desaparición. Lo que sí encuentran es un espacio a solas, un marco “extrañamente ideal” para confesiones y para desnudar sus más íntimos sentimientos…
El grupo de pacientes de la terapia grupal está preocupado por la falta de noticias acerca de Inés (Peterson) No ha asistido al encuentro diario y tampoco contesta su teléfono celular. Sofía (Gamboa) es la que muestra mayor interés por su paradero. Y, de hecho, es quien radica una denuncia para que la policía se encargue de la búsqueda.
Ricardo (Mirás) y Julieta (Krum) deciden ir por su cuenta a la casa de Inés. En principio no hallan claros indicios del porqué de su repentina desaparición. Lo que sí encuentran es un espacio a solas, un marco “extrañamente ideal” para confesiones y para desnudar sus más íntimos sentimientos…
Mientras tanto, Esteban (De La Serna) se topa con un “nuevo rival”: Fabián (Heredia) el paciente con una compulsión exacerbada hacia al sexo. No sólo se convierte en un interlocutor difícil, sino que además osa interponerse en la relación con su querida madre (Marini). Rápidamente Fabián se gana el cariño de May y ella no tiene ningún reparo a la hora de convertirlo en su protegido, castigando así a su propio hijo, quien sufre en silencio el abandono materno.
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