Entrevistada por Ohlalá!, la actriz de Solamente vos confesó una insólita situación de su niñez con su actual pareja: “Es una buena historia para contarle a nuestro hijo”, asegura.
Su historia de amor dio (da y seguramente dará) qué hablar. Nicolás Cabré y la China Suárez se convirtieron en los protagonistas de uno de los romances más explosivos de 2012, luego de confirmar su relación tras la conflictiva separación del actor con Eugenia Tobal.
Los tres compartían elenco en Los Unicos y a tan sólo meses de la boda de Cabré y Tobal, la China y el galán comenzaron a mostrarse súper enamorados. Tan fuerte resultó el amor, que la pareja acaba de anunciar que espera su primer hijo.
"Hace poco, encontré una agenda de cuando tenía 8 años, y el 14 de febrero decía: ‘Feliz día de los enamorados’ y había pegada una foto de Nico".
Entrevistada por la revista Ohlalá!, Suárez habló como nunca de su noviazgo con Nicolás y luego de asegurar que “no ve nada imposible” contó una anécdota increíble: “A veces, anoto lo que quiero en un papel, o me voy a dormir y lo pienso. Cuando era chica, quería actuar con Cris Morena y luego quise estar en Pol-ka, ¡y me llamaron! Hace poco, encontré una agenda de cuando tenía 8 años, y el 14 de febrero decía: ‘Feliz día de los enamorados’ y había pegada una foto de Nico…”.
Y sobre el idilio infantil con el actor, agregó: “No me acordaba y ni siquiera es que yo lo busqué a él. Se dio. Las cosas se me van dando. Yo todo me lo imaginé, por eso soy muy agradecida”.
"Nico es un pibe tan para adentro, y eso es lo que me encantaba: no me hablaba… ¡Y me daba más intriga!".
¿Qué dijo Cabré cuando se enteró del mensaje que la China escribió a los 8 años junto a su foto? “No lo podía creer. Tenemos la hojita pegada en la heladera de casa. Es una buena historia para contarle a nuestro hijo, ¿no?”, contó la actriz.
Además, reveló que a pesar de la fama de Cabré, es ella quien tiene “mucho más carácter” y reveló qué fue lo que la conquistó de su novio cuando compartían el set de Los Unicos: “Nico me da mucha seguridad. Yo lo conocí trabajando, y él a mí ni me hablaba. Es un pibe tan para adentro, y eso es lo que me encantaba: no me hablaba… ¡Y me daba más intriga! Conmigo los cancheritos no tienen chance”. ¡Un amor de novela!
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