Nicole Kidman aterrizó en Sydney acompañada de sus hijas Sunday y Faith para celebrar la Navidad en su tierra, junto a su familia.
La actriz, muy estilosa con un fular en el cuello en tono azul y gafas de sol, llevaba con ella a las niñas, que en cada aparición están más mayores y cambiadas. Si buscamos el parecido, encontramos que Sunday parece haber heredado los rasgos de su padre, el músico Keith Urban, mientras que Faith cada vez se parece más a Nicole. La niña tiene algunos de sus rasgos más característicos de la actriz, incluyendo los rizos pelirrojos, la delicada piel y el color de los ojos.
Faith, a sus casi tres años, iba cómodamente en brazos de su famosa mamá, que en la otra mano llevaba a Sunday Rose, de cinco años. La protagonista de Moulin Rouge y sus hijas llegaron vestidas de la forma más apropiada para el largo viaje, con prendas cómodas y poco abrigadas, acorde a las suaves temperaturas australianas en estas fechas.
La actriz llega a casa a menos de una semana de Navidad, preparándose con anticipación para las fiestas, mientras que su marido, el neozelandés Keith Urban, aún tendrá que esperar.El cantante deberá atender algunos asuntos laborales antes de reunirse con sus chicas, pues se encuentra en plena grabación de las audiciones en Hollywood para la próxima temporada de American Idol, el programa en el que Keith trabaja como juez.
Todo apunta a que Nicole y Keith pasarán en familia las fiestas, que las pequeñas Faith y Sunday disfrutarán como nunca. La actriz aprovechará al máximo el tiempo de descanso en su ajetreada agenda profesional. Y es que el trabajo mantiene a Nicole muy ocupada. La oscarizada actriz se encuentra centrada en su actual proyecto, su papel como Gertrude Bell en la película Queen of Desert, a la espera del estreno de Grace of Monaco, donde Nicole interpreta el rol protagonista.
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