“Esta no es una secuela de 300. A lo sumo es una película complementaria. Tiene un poco de lo que pasó antes de la primera y un poco de lo que pasó después. Es un poco precuela y un poco secuela”, explica Rodrigo Santoro sobre 300, el nacimiento de un imperio, de Noam Murro que se estrena mañana. Esta nueva adaptación de la novela gráfica de Frank Miller transcurre en simultáneo con la 300 original.
Santoro aclara que 300, el nacimiento... es una mirada desde otro ángulo del mismo conflicto. “Narra una historia nueva, con otros personajes y un campo de batalla distinto, porque casi todo el filme transcurre en el mar. Las acciones se entrelazan con las de la primera película y con algunos personajes. Pero no es necesario haber visto una para entender la otra”.
Enseguida Santoro diferencia a este filme de su antecesor: “Tiene un punto de vista muy distinto. Permite que se entienda la verdadera dimensión del ejército persa y de todo lo que estaba pasando en Grecia. Las secuencias de acción son increíbles porque la tecnología avanzó mucho. La sangre tiene una textura distinta… Se siguió el estilo de la primera película, pero tiene algo fresco y nuevo”.
El paso del tiempo benefició a los efectos especiales, pero complicó un poco a Santoro a la hora de volver a interpretar al Rey Dios Jerjés. “Fue muy difícil tener que volver a transformarme seis años después. Al principio me pareció demasiado trabajo, pero lo hice porque el personaje siempre me fascinó. Es muy extraño y bizarro y pensé que iba a ser lindo volver a hacerlo. Es la primera vez que repito un personaje y era un desafío. Sobre todo porque la película transcurre al mismo tiempo que la 300 original. Jerjés es la misma persona”.
Santoro agrega que “tenía una memoria sobre el personaje. Ya lo conocía un poco, pero como seres humanos, nos pasamos la vida buscando quiénes somos. A los 80 uno todavía no terminó de conocerse. Y lo mismo pasa con los personajes. Pude explorar el pasado de Jerjés e investigar su origen. Quería darle un poco de humanidad, que no fuera sólo el villano. Yo no pienso que los personajes sean todo blanco o negro, son humanos. Siempre busco un porqué y en esta película se puede entender de dónde viene Jerjés. Sus motivaciones le aportan otra dimensión y se entienden mejor sus actitudes”.
La violencia vuelve a estar estilizada en 300, el nacimiento..., pero a Santoro no le preocupa que se critique a la película por los litros de sangre derramada. “Esta es una película épica y no creo que pueda politizarse una película épica basada en una novela gráfica. Estamos hablando de no sé cuántos años antes de Cristo y ya existía la violencia. Y era violencia de verdad, la barbarie... Son licencias poéticas que uno se toma en una película basada en una historieta. Lo mismo pasó en 300 cuando me criticaban porque el verdadero Jerjés no usaba piercings... Yo no creo que esta película promocione la violencia. Está contando lo que pasó en la Historia y lo hace con el estilo de la novela gráfica. La idea fue siempre mantenerse fieles al mundo de Frank Miller”, analiza el carioca.
Santoro tiene un año con una agenda completa. Su pasión por el fútbol lo llevó a involucrarse en Pelé, película sobre la vida de O Rey, que espera estrenar antes del Mundial. “Soy un productor asociado y además tengo un papel chico en la película. No hago de Pelé… Me encantaría, pero los productores me dijeron que como no juego tan bien al fútbol tuvieron que elegir a Kevin de Paula…”, cuenta entre risas.
Y agrega que “ahora está el estreno de 300, el nacimiento..., pero en abril ya tengo el estreno de la película de animación Río 2. También tengo un papel en Río, Eu Te Amo, que es una franquicia Paris, je t’aime y New York, I Love You adaptada a Río de Janeiro. Para la segunda mitad del año tengo los estrenos de un western que se llama Jane Got a Gun y me queda Focus (ver En Buenos Aires...).” Se encuentra filmando Los 33, la historia de los mineros chilenos, junto a Antonio Banderas y Juliette Binoche. Santoro interpreta al ministro de Minería, Laurence Golborne, que estuvo a cargo del operativo de rescate. Y tiene otro proyecto que lo desvela: “Todavía no hay nada definido sobre la película de Ayrton Senna. El documental Senna despertó más interés, pero en este momento todavía no puedo hacer realidad la película. Me encantaría interpretar a Senna”.
“La gente piensa que vivo en Hollywood porque trabajo mucho allá, pero mi casa, mi perro, mi familia y mis amigos están en Río. Estoy ahí siempre que no estoy trabajando. Y trato de trabajar mucho en Brasil, porque me encanta estar en casa. El año pasado estrené allá Heleno, una película sobre un jugador de fútbol. Y hago mucha televisión, aunque no puedo hacer cosas muy largas. Una película la hacés en tres meses, pero una serie te puede llevar un año”, explica.
Y se despide contando que le “sobran ganas de trabajar en Brasil, en Argentina, en Hollywood y donde pueda. Y, sobre todo, me gustaría poder producir más cosas. Hay mucha gente talentosa y demasiado material por descubrir dando vueltas. Y tengo ganas de fomentar todo esto para hacer que esas cosas puedan florecer”.
0 coment�rios:
Publicar un comentario