Una boda desbordada

Eugenia Tobal y Nicolás Cabré, dos de los protagonistas de “Los únicos” pasaron por el registro civil y dieron el sí. Fue ayer, en el barrio de Núñez, con muchos empujones y pocas sonrisas.

Qué feo no poder reírse el día del casamiento, no? Y bueno, son cosas que pasan. O, al menos, lo que le sucedió a Eugenia Tobal y Nicolás Cabré ayer en el barrio de Núñez, cuando pasaron por el registro civil para dar el sí.
Luego de cinco meses de noviazgo, los compañeros de ficción en Los únicos llegaron juntos en el auto (la institución fue la misma en la que se casaron Wanda Nara y Maxi López) y descendieron en medio de un caótico tumulto de cámaras. Es que, a diferencia de lo que suele suceder, esta vez no hubo un dispositivo de seguridad organizado. ¿Vallas? Nada de eso. En su lugar hubo una buena dosis de empujones y codazos.

Poco amistoso con la prensa, Cabré se negó a ser fotografiado y se lo pudo ver más que serio. Dani La Muerte, el ex jefe de custodios de Ricardo Fort, estuvo a cargo de otros veinte guardaespaldas que “custodiaron” el acceso al registro.
¿El detalle? Llegaron los bomberos apenas cinco minutos después de que los tórtolos entraron. ¿Para calmar las aguas? No, no. Un ascensor del recinto (en el que no iban los novios) se trabó.
Entre los invitados se pudo ver a los familiares de la pareja, a Lucía Galán y a Osvaldito (el personaje de Un mundo perfecto interpretado por Felipe Pettinato que tuvo una experiencia violenta con Cabré).
Luego de la ceremonia, se realizó un festejo íntimo en un restaurante del mismo barrio porteño. La gran noche será el sábado 28. Pero hay una condición: por pedido expreso de los recién casados, los invitados serán revisados para constatar que no lleven cámaras de fotos. ¿Les acercarán regalos? Por lo pronto, Osvaldito, en una devolución de amor les regaló un pasacalle que decía: “¡Nikito, felicidades! ¡Invitame a tu casamiento! Te amo, Osvaldito”. Un poco de humor no le hace mal a nadie.