El actor, ganador de un Oscar y su socio, el abogado Bill Luckett, han puesto fin a su aventura de diez años como propietarios del restaurante Madidi en Clarksdale, Missisippi, ya que no era rentable.
“Madidi ha sido uno de los mejores restaurantes. Sus dueños eran Bill Luckett y Morgan Freeman. Agradecemos a todos aquellos que nos han acompañado durante estos años”, rezaba un comunicado en la página de Facebook de Luckett, que también posee un bar de copas con música en directo junto con Freeman.
Asimismo afirmó que han estado buscando un comprador que aún no han encontrado pero confían en que aparezca. ”El restaurante nunca ha hecho dinero. No nos movíamos por el dinero. El éxito no siempre se mide en términos financieros. Nos satisface ayudar a nuestra comunidad y ofrecerles cosas que no han probado nunca. Se trata de ofrecer una experiencia. Gracias a Morgan, y a mí en menor medida, teníamos el dinero para hacerlo”, declaró.
A pesar del cierre del restaurante, Freeman afirmó estar encantado con la experiencia ya que ha ayudado a que la zona de Clarksdale sea más próspera. ”Estamos orgullosos de haber formado parte de ello”, declaró.
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