Volver al ruedo. En eso está Andrea Pietra (44), que acaba de regresar a la pantalla chica después de cuatro años para sumarse al elenco de Sos mi hombre , la ficción que protagonizan Celeste Cid y Luciano Castro.
La actriz, que lleva 22 años de carrera, se había alejado de la televisión después de interpretar a Mía Pontevedra en el exitoso unitario Socias (2008)- personaje con el que ganó un Martín Fierro a mejor actriz- para dedicarse a la crianza de su hija, Stephanie, una niña haitiana que adoptó hace dos años junto a su pareja, Daniel Grinbank.
Mientras disfrutaba de su día libre junto a su pequeña, que ya tiene dos años y medio, Piettra habló con LA NACION sobre este nuevo desafío, cómo es su nuevo personaje, las exigencias de su profesión y el rating.
-¿Por qué decidiste volver al ritmo de una tira?
-Es toda una decisión volver a hacer una tira, pero fueron varias las cosas que me hicieron decidir por el sí. Por un lado, significaba regresar a Pol-ka, que es un espacio muy especial para mí, es volver a mi familia, a trabajar con gente que conozco hace 17 años, muchos de los cuales están enSos mi hombre . Por otro lado, si bien grabo de 8 a 18, puedo llevar a mi hija conmigo. El lugar donde filmamos lo permite y, además, no son todos los días iguales, tengo momentos libres, no estoy bloqueada.
-De hecho, volvés a hacer pareja con Osvaldo Laport ( Son de fierro )
-Sí, ese también fue uno de los motivos que me entusiasmó. En Son de fierro , había entrado por tres meses y me terminé quedando siete. Trabajar con Osvaldo es un placer, él es muy divertido, toma la actuación como un juego.
-¿Extrañabas estar en pantalla?
-Tener mucha disponibilidad horaria para estar con mi hija estuvo buenísimo. Pero en el momento en que volví a Pol-ka, me di cuenta que había dejado algo muy placentero. Mi trabajo está asociado al placer y a la creatividad. Acepto una propuesta si incluye esas cuestiones, para pasarla mal, no voy, prefiero hacer otra cosa.
-Al igual que cuando te sumaste a Son de Fierro (2007), volvés a incorporarte al elenco de una ficción que ya está instalada, ¿cómo te sentís?
-Me generó muchos nervios. Es una tira que arrancó hace ya cuatro meses, es como entrar a un colegio nuevo, hay algo que ya está instalado. Al principio estuve un poco mareada, pero es como andar en bicicleta, aunque al retomar estás dubitativa, el cuerpo tiene memoria y te adaptás.
-¿Cómo es Verónica Santiago, tu nuevo personaje?
-Es una deportóloga, que comienza a trabajar por error en el Delta Boxing Club, donde se reencuentra con un gran amor, Oso (Gabriel "El Puma" Goity). Pero ahí conoce a Guevara (Laport), con el que vivirá una historia de amor. En principio, es una participación por tres meses, después se verá.
-¿Veías Sos mi hombre antes de incorporarte a la tira?
-No, no miro mucha tele. Sólo veo Blancanieves, por mi hija, y Tiempos compulsivos , que es el típico unitario en el que me gustaría estar, porque tiene el sello de Daniel Barone (director) y Javier Daulte (guionista). Sos mi hombre está a la hora de la cena y se me complicaba con mi rol de mamá. Empecé a ver la novela cuando surgió la propuesta de sumarme.
-¿Sos muy crítica al ver tus escenas?
-Hace 22 años que laburo como actriz, sé que lo importante es transmitirle algo a la gente, llegar al espectador. Igualmente, siempre tengo un poco de miedo al verme. Estamos en una era en la que la imagen es cada vez más importante. La tele te deforma y hoy te muestra hasta el último granito.
-¿Sentís que la estética te condiciona para conseguir un papel?
-Tengo 44 años, no es un tema que me estrese, pero tampoco me resbala. Si bien no vivo a lechuga y agua, trato de estar lo mejor posible. El mostrarme bien también es parte de mi trabajo. En la pantalla sos gorda, existe esa crueldad y hay que estar preparado para eso. Mi nuevo personaje me condiciona porque es una mujer que tiene que estar más o menos buena para el común del espectador. Para los actores que somos "normales", es más relajante trabajar en teatro.
-Este es un año difícil para las ficciones de Pol-ka a nivel de audiencia, ¿cómo manejás la presión que genera el rating?
-El actor se tiene que ocupar de hacer su laburo lo mejor posible, el rating es muy azaroso. Un año le toca a uno y otro año, a otro. Para encargarse de eso está Adrián [Suar], él está pendiente de cada tira, cuidándolas mucho. Yo valoro que después de tantos palazos siga poniendo toda la carne al asador. Lo mejor que puedo hacer es acompañar un producto que se la banca, que le hace frente a la competencia. No me ocupo del rating, busco que quienes me convocaron estén conformes con lo que hago.
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