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Eleonora Wexler personificará a la abanderada de los humildes Eva Peron.


Historia Clínica, que arranca hoy a las 23.15 por Telefe, es interesante porque todos somos o fuimos pacientes y padecientes de alguna que otra cuestión de salud.
                    Las enfermedades de Discépolo, Perón y Troilo


 Cuando leí el libro de Daniel López Rosetti, en el cual hice el prólogo, justo estábamos terminando de hacer Lo que el tiempo nos dejó, los unitarios que se vieron también por Telefe, así que le acerqué el libro a Sebastián Ortega, le encantó y comenzamos a pensarlo desde el lugar de humano, de lo que significa la enfermedad en las personas, sin alimentar el morbo sino viendo cómo condiciona o determina bajo diferentes circunstancias a las personalidades importantes de la cultura o la historia argentina. En el caso del general Juan Domingo Perón existe una coincidencia exacta entre situaciones fuertes políticas y sus crisis cardíacas, como el mismo día que volvió a Ezeiza, aquel 20 de junio, padece un fuerte problema en el corazón, e incluso volvió a repetirse el 1º de mayo cuando se peleó con los Montoneros en Plaza de Mayo. Este capítulo fue el que más me costó adaptar porque debía contar muchas cosas en poco tiempo, debía ser sintético a los tiempos de la TV. Lo hablamos con Gerardo (Romano, quien caracteriza al ex presidente), me sirvió mucho su militancia activa en los 70, que llevó a charlas enriquecedoras que se verán en pantalla.
Lo hicimos en un año, entre la investigación, armar los guiones con Jorge Maestro. Hubo un trabajo de casting intensivo en Mendoza, ciudad donde estrenó el unitario en el Canal 9 y donde se contrataron a trece actores mendocinos, uno por cada capítulo. El rodaje duró seis meses y se realizó en Buenos Aires para lo cual los actores mendocinos viajaron especialmente. Desde mi asesoramiento fue un trabajo de un año ya que arrancó en diciembre de 2009 y empezamos a trabajar en la elección de los personajes y rodamos en 2012. Con Sebastián hablamos bastante para que las cosas salgan lo mejor posible, mantener la fidelidad a la época, el contexto, las características. El tiempo que llevó hacer el vestuario de los personajes, todo lo que tiene que ver con la ambientación, los elementos de la época y los instrumentos medicinales que se usaban en cada momento: desde el estetoscopio, a los remedios y a la forma de diagnosticar.
Con respecto a la elección de los actores no me metí mucho aunque sí en la de los personajes, por ejemplo sugerí a Carlos Portaluppi para que caracterice a Aníbal Troilo, y a Marcelo Mazzarello para que interpretara a Discépolo. Me hicieron caso, con Sebastián somos amigos, tenemos buena onda, y respetamos el trabajo del otro. Se trató de tener un elenco de primera y se logró. El que me hubiera gustado que esté y no pudo fue Federico Luppi para que haga de San Martín anciano, pero justo estaba grabando una miniserie en Santa Fe.
La diferencia entre Underground y Cuatro Cabezas creo que reside en que eran otros momentos. La experiencia con Mario Pergolini de hacer tres temporadas de Algo habrán hecho fue un trabajo tremendo, intensivo, una especie de locura, de poder viajar por todos lados y que resultó ser puntapié inicial para que la historia se instale en la TV y la gente se interese. Antes había miedo de contarla en televisión, por los costos, presiones, y en la época de Menem, por ejemplo, resultaba complicado. Mario le puso la cara, el cuerpo y tuvo mucha convocatoria, y coincidió con el lanzamiento de mi libro Mitos 1. Pasaron muchos años y la gente me para en la calle como si la hubieran visto ayer. Es un material que se usa mucho en las escuelas, y que el Ministerio de Educación nunca lo usó, sino fueron los padres, profesores, directores o alumnos quienes lo llevaron, y eso me llena de orgullo.
La gente va a querer permanecer en el canal, lo hicimos con respeto, sin apología, son personajes diversos y donde la enfermedad es central, no sé si protagónica, sino ver las dificultades que traía. A San Martín (Amigorena) lo limitaba, pero era un desafío seguir adelante con la cantidad de enfermedades que padecía. Es más bien sobre la vida, y de ver cómo se tratarían esas enfermedades en el presente. Hay personajes fijos que actúan como representantes de sentido común, las preguntas que haría la gente, como la directora que lo hace Victoria Carreras, y hasta los mismos actores que por la misma estructura del capítulo se
ven con sus inquietudes mientras estaban preparándose en el set.

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